viernes, 9 de diciembre de 2016

Una cena que trae cola

A lo largo de mi existencia y por frecuentar la amistad y conocimiento de numerosos tangueros, -cantores, directores, músicos, compositores, historiadores-, he escuchado versiones más o menos precisas, más o menos difusas sobre la obra y el trabajo de muchos profesionales. Por supuesto, hay algunos personajes que se llevan la palma  sobre supuestas obras adquiridas o regaladas que luego firmaban con su nombre. Y también, chimentos de todo tipo.

Mi querido amigo, el excelente cantor Roberto Mancini, me pasó  una cena filmada por él con relatos de los protagonistas, dos de ellos de fuste. Solían juntarse habitualmente algún día de la semana en casa del afamado médico y académico de número de la Academia Nacional del Tango: Osvaldo Millian. Fueron muchas reuniones con cena mediante, y, entre otros participaban el propio Mancini, Héctor Darío, Fernando y Oscar del Priore, Faruk, Walter Piazza, Luis Tarantino, Fabio Zerpa y otros.

                                     
El Chula Clausi, abajo de traje claro, en la orquesta de Julio De Caro

En esta que traigo hoy a Tangos al bardo, estuvieron presentes dos grandes figuras como Nelly Omar y Gabriel Chula Clausi. Este último tiene una historia lunga de verdad, en el tango. Trabajó con infinidad de músicos: Pacho, Pracánico, Geroni Flores, Maffia, Enrique Rodríguez, Arturo De Bassi, Juan Canaro, Francisco De Caro, Julio De Caro, viajó mucho, estuvo largo tiempo en Chile donde vivió, trabajó, grabando con su orquesta y con numerosos cantores y cantantes.

Estuvo cerca de ser centenario. Murió con 98 años y medio, y con una lucidez notable. En esta cena no deja bien parado a Julio De Caro, como podrá comprobarse, escuchándolo. Es cierto que de las grandes figuras siempre se  dicen cosas que desdibujan el éxito que éstos han tenido. Le pasó a Francisco Canaro y a tantos otros. En el ambiente era sabido que Pedro Laurenz se quejaba, ya mayor, del dinero que había perdido por firmar en sociedad temas que eran suyos, según afirmaba.

                                       
Ronerto Mancini y Nelly Omar

Nelly Omar, también saca a relucir a Homero Manzi y no precisamente para elogiarlo. Acá cuenta que la música de El último organito, la pergeñó ella en su piano y Homero se la adjudicó a su hijo Acho. Lo cierto es que Acho se hizo conocer más como letrista que, en la faz de compositor, aunque tiene algunas páginas en las que realizó la música de las mismas. Tampoco quiero olvidar que Nelly y Homero tuvieron muchas cosas que los unieron, y terminarían mal.

No voy a entrar a valorar las palabras de los protagonistas, que me merecen el mayor de los respetos y admiración, aunque se hayan ido de este mundo. Pero, como me pareció sumamente interesante la reunión, ocurrida hace 6/7 años,  y los comentarios vertidos ante gente del ambiente, sin que nadie los haya rebatido ni se haya escandalizado, aprovecho el regalo del amigazo del alma que es Roberto Mancini, y se los traigo a todos ustedes para que saquen sus propias conclusiones.

                                             
                                           Cena Con el Chula y Nelly Omar               


    

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