domingo, 30 de junio de 2024

El Negro Cele

    

   Fue de los primeros en asumir poéticamente el voceo, cuando sus colegas renegaban de ello y seguían afirmados en el tu castellano. Es antológica su pintura de Pa'lo que te va a durar, donde bate:  "Estás cachuzo a besos, te han descolado a abrazos / se te arrugao la jeta de tanto sonreír. / si habrás gastao puños en mesas de esolaso. / Si habrás rayao alformbras muchacho bailarín".

   En Muchacho le reprocha a un porteño presumido y mishé: "Que decís que un tango rante no te hace perder la calma / y que no te llora el alma / cuando gime un bandoneón..." . En Viejo smoking sinonimiza la decadencia y metaforiza: "Poco a poco todo ha ido de cabeza p'al empeño / se dio juego de pileta y hubo que echarse a nadar..."

                             


   En Atenti pebeta, que compuso con otro jocundo, el cordobés Ciriaco Ortiz, le da consejos a una muchacha: "Cuando estés en la vereda y te fiche un bacanazo / vos hacete la chitrula y no te le deschavés´ / que no manye que estás lista al primer tiro del lazo, / y que por un par de leones bien planchados te perdés". 

   Y el final es magistralmente gracioso: "Después, comprate un bufoso y cachando al primer turro / por amores contrariados le hacés perder la salud...". Suelta una irónica  carga de moralina en Audacia, que Rivero recrea magistralmente: "Me han contado y perdoname que te increpe de este modo / que la vas de partenaire en no sé qué bataclán". 

   Cuando Corrientes angosta daba paso a la nueva avenida y Scalabrini Ortiz hablaba del hombre de Corrientes y Esmeralda, Celedonio Flores exhumó unas cuartetas suyas de 1922 sobre aquella esquina, y con música de Francisco Pracánico inmortalizó su propio Corrientes y Esmeralda, que comienza con ese homenaje a Jorge Newbery: "Amainaron guapos juntos a tus ochavas /cuando un elegante los calzó de cross ". Acá recordaba su época de boxeador (las calzó de cross). Y retrataba una Buenos Aires que se estaba yendo...

                             


   Tal vez su veta poética estaba definiendo ciertas aristas del alma porteña. Perfiló con un estilo único, los dramas y miserias de su tempo. Sobrio de toda sobriedad, amigo hasta la exageración, orejas abiertas de par en par para la confesión, frecuentador de mesas intelectuales donde cabían un Arlt, los González Tuñón o Dante Linyera; y de peringundines en los que daba rienda suelta  a su cartera siempre flaca.

   Cele fue hasta su despedida definitiva un espécimen nuestro como el dulce  de batata, necesario, imprescindible, una tarjeta postal de la ciudad que amamos. su academia fueron los libros y las calles que transitó a fondo, con sus personajes, sus chatas, sus garitos, sus milongueras y sus estaños. Cuando el cáncer lo devoró tenía apenas 50 años y el tango que amaba vivía su momento mejor. 

   Una luna de barrio, la fragua de su Remington, el humo de los fasos del reaje, la pareja pobreza acompañan la ofrenda de despedida en su casa de Palermo. Se nos fue, seco el bolso, abigarrado el corazón de afectos y dejándole a su viuda el legado de innumerables tangos y poemas que producirían muchos beneficios. 

   Como en el imprescindible Tengo miedo, con su alma de timbero proclamaría en un saludo ritual a sus amigos colaboradores, artistas y colegas que lo admiraron: "En la timba de vida me planté con siete y medio.."

(Extracto de su biografia que escribí en mi libro: "ABC del Tango".  Y podemos verlo junto a Carlos Gardel que cantará su inmortal tango: "Mano a mano", en este corto de Morera. Gardel y Razzano le pusieron música)

                                   


                                  

sábado, 29 de junio de 2024

Edmundo Rivero

                                     Ciudadano y granadero

   Mi mundo había pasado a ser el de la música. Eran tiempos en que la economía y la política eran temas mucho menos obsesivos. Incluso dos gobiernos libremente elegidos por el pueblo iban a cumplir enteramente sus períodos. Sin embargo, en Italia, Mussolini había marchado sobre Roma y conquistado el poder, aunque nos haya impresionado mucho más la notica de la pérdida de Caruso..

                                   


   La muerte de Lenin o la de Wilson merecieron mucho menor atención que la pelea Firpo-Dempsey y, aún un año después  el "Toro Salvaje de las Pampas" iba a reunir casi cuarenta mil personas en su pelea con Spalla, en la vieja cancha de River Plate, de Avenida Alvear y Tagle. La venida del Plus Ultra de Ramón Franco o la llegada de Aimé Tschiffely con sus pingos nos demoraban en un limbo que iba a empezar a derrumbarse con la vecina guerra Bolivia-Paraguay, con la crisis del 29 y la revolución del 6 de septiembre de 1930.

   Por la época en que recibí mi libreta de enrolamiento, 1929, Yrigoyen había salido ileso del atentado de un ex anarquista, Gualterio Marinelli, a quien la custodia había matado a balazos luego del paso del presidente. Don Hipólito, ignorante del final del asunto, se había dirigido a la comisaría seccional pidiendo que no se castigase al agresor. La anécdota me la contó mi propio padre que, ya hacía tiempo, había cambiado su destino de ferroviario por el de policía, uno de esos hombres de azul a quienes no temían ni los chicos..

   El flamante ciudadano Leonel Edmundo Rivero había pasado a ser socio pleno de un país que aún era el granero del mundo, habitado por hombres de buena voluntad que todavía cantaban y silbaban pero a quienes un famoso filósofo visitante, el conde Keyserling, les había creído descubrir una enfermedad grave, nueva y seguramente importada: la tristeza.

   Al llegar a los veinte años, tenía salud como para no imaginar siquiera que me exceptuaran de la conscripción. Además, no era por entonces un compromiso temido sino de verdadero honor. Fui un buen soldado, uno más, pero en un regimiento glorioso: Granaderos a Caballo. De aquel servicio militar conservo los mejores recuerdos.

   La colimba fue una especie de reencuentro con mis antepasados, con el campo y las destrezas del jinete. Yo sabía algo de trotes y hasta de galopes, pero fue en Granaderos donde me enseñaron de veras. El aprendizaje me costó algunos dolores y no pocos moretones pero todavía me llenan de orgullo. No es lo mismo pilotear un tanque o un "carrier" que manejar un pingo. Meter los cambios o mover la torreta cuarenta y cinco grados es muy otra cosa que hacer un volteo simple o doble, que dibujar una "tijera" con el caballo.              

                                 


    Carreras en pelo, lanceo al galope tendido, salto de obstáculos parado en los estribos o sentado al revés, todo eso fueron alegrías ganadas entre revolcones y polvaredas, por lo menos hasta el día que los caballos me consideraron digno de andar arriba de ellos, de hacer buen papel.

   También en el servicio militar me ayudó la guitarra. No por privilegio, sino por consideración de mis compañeros y del sardo, solía tener una que otra aliviada en la fajina, algún choclo más en el rancho. ¡Tocate algo, Leonel! o !A ver si nos toca algo lindo, Rivero!, eran pedidos que yo nunca dejaba de complacer en el cuartel o en la carpa, en el fogón o en el descanso. 

   Lo mismo que ahora, el público también era generoso. El año largo de Granaderos al final se me hizo corto. Fue volver a otro tiempo que llevaba en la sangre; una manera de entender mejor mi origen y mi gente, una lección de humildad que no me humilló.

   Mucho tiempo después todavía me quedan, aparte de los buenos recuerdos, algunos amigos y camaradas de aquella conscripción, pero cada año que pasa me sucede lo que a todos: los encuentros son más espaciados, los ausentes empiezan a ser más, a transformarse en una noticia que hubiésemos preferido no recibir. 

  Por eso, quizá, mi mejor manera de recordarlos es volver, de vez en cuando, al viejo cuartel.

(De su libro "Una luz de almacén)
 

viernes, 28 de junio de 2024

Nelly Omar

  La voz dramática del tango

   Con el apotegma de "La Gardel con polleras", no sólo blindaron a esta gran artista, sino que la vacunaron contra el olvido. Nelly Omar tenía 102 años en el momento de su muerte, en plena lucidez y cuando estaba preparando su definitivo concierto de despedida. El último lo ofreció ante una multitud reunida en el mítico Luna Park, el 11 de septiembre de  2011.

   Fue con motivo de su centésimo cumpleaños, donde mostró ese milagro artístico que fecundó desde niña, allá en su pueblo de Guaminí, en la provincia de Buenos Aires. El tango, con su densidad emocional, la instaló en las preferencias del público, peo nunca renunció al cancionero criollo de proyección folclórica que mamó en las guitarreadas de amigos de su itálico padre, fallecido cuando ella tenía 11 años.

   Gracias a las actividades del progenitor pudo ver a Carlos Gardel en su casa. Pero, obedeciendo a la "moralidad" imperante en la época, sólo pudo verlo a través de las cortinas junto a su hermana Nélida. De ésta tomaría su nombre artístico, dado que se llamaba en realidad Nilda Elvira Vattuone. Y Nélida usaría el apodo de "Gori Omar"para dedicarse también al canto y se casaría con Julián Centeya.

                                 


   Nelly llegaría a ser musa del gran Homero Manzi, que intentó conquistarla y le dedicó tangos enormes. Como por ejemplo: Ninguna, que musicalizó el pianista Fernández Siro: "No habrá ninguna igual, no habrá ninguna, / ninguna con tu piel ni con tu voz. /Tu piel, magnolia que mojó la luna. / Tu voz, murmullo que entibió el amor..."

   Los intérpretes ignoraban la frustración que yacía en esos versos. Manzi estaba casado,  y nunca se decidió por la separación. Y el tango se llenó de temas impresionantes por ese romance imposible. Ella también estaba casada pero el matrimonio no funcionó y se separarían. Nelly no fue afortunada en el amor ni en la comprensión de los políticos.

   Por su adhesión al peronismo, estuvo prohibida durante 17 años y vivió en Montevideo y en Caracas. Ello oscureció notablemente una parte de su vida artística aunque contó con la amistad inalterable de Eva Perón, o Tita Merello, que quiso ayudarla. Pero los discos grabados muestran a una cantante que supo mantenerse y conquistar públicos, apoyada en el brillante guitarrista José Canet, que la secundó en las buenas y en las malas. 

   En los comienzos de los setenta, cuando el tango estaba en horas bajas, cantaba en el boliche: El Rincón de los artistas, donde actuaban sobrevivientes del género. Ella, con un viejo poncho lo hacía tapando sus prendas porque carecía de vestuario apropiado. Pero al final, Nelly Omar supo vencer las trampas del destino, los desamores, la ingratitud y las persecuciones políticas.

   Sus más de cien temas grabados, en los que tuvo acompañamiento de orquestas como Francisco Canaro, Domingo Marafiotti, Alberto Di Paulo, o con los guitarristas, que fueron sus preferidos para interpretar: José Canet, Roberto Grela, Ubaldo De Lío y sus conjuntos entre otros, nos permiten apreciarla. Supo reverdecer canciones de Manzi y Hugo Gutiérrez,  como el valsecito "Llorarás llorarás"..., feliz creación.

                              

Acá la está acompañando Roberto Grela

   Convertida definitivamente en artista de culto, se le abrieron las puertas y los escenarios de los grandes teatros porteños. Las cámaras de televisión permitieron al público comprobar que su voz se mantenía mágicamente inalterable, aunque hubiese pasado los ochenta años. Y así comenzaron a llegar los reconocimientos.

   El amor otoñal pareció arrimarle su vela, pero la muerte volvió a apagarlo, como le sucediera con el locutor Aníbal Cufré y luego con Héctor Oviedo.  Lo que nunca murió fue su romance con el canto que la redimió de su eterna frustración sentimental, como me reconoció en una charla que tuvimos a comienzos de los setenta. 

   En la certidumbre de su ausencia, para recordarla, no rengo más que poner la victrola y escucharla, por ejemplo,  con su voz inoxidable en ese tango de Manzi y Canaro: "Cuando el domingo asolea / por no hacer de perezoso, / traigo el balde desde el pozo / y refresco el corredor. / Y aprovechando el fresquito / me siento bajo la parra / y al compás de mi guitarra /  canto décimas de amor..."... 

   No habrá ninguna igual, escribió Manzi. Lo suscribo.

  La  escuchamos cantando ese tango de Juan Caruso y Francisco Canaro: Nobleza de arrabal. Lo grabó con la orquesta de Francisco Canaro el 22 de octubre de 1947.

                                    


miércoles, 26 de junio de 2024

Gardel en la NBC de Nueva York

   Fue en oportunidad de filmarse un pasacalle que pretendía ser un lugar de la Boca. En este pasacalle parecían haberse dado cita todos los vendedores ambulantes del mundo: aquí un italiano vendiendo fainá, allá una mujer gorda ofreciendo helados. Por ahí un vendedor de pescado frito, otro con castañas asadas, un turco con un fardo de toallas y otro -que era el que hacía más bochinche- vendiendo maníes.

   Como no se había conseguido una vulgar cornetita de manicero, le habían dado un pistón que el hombre se encargaba de hacer sonar estridentemente.  Yo les dije que en la Boca había vendedores callejeros, pero nunca imaginé que los iban a poner así,  todos juntos como un atado de espárragos.

   Cuando tengo que componer un vals o un tango para una de mis películas, lo primero que hago es compenetrarme bien de la situación. De ello deduzco el grado de sentimiento o de alegría que debe inspirar la canción. Y sin pensar en las palabras, empiezo a tararear hasta que doy con la melodía que juzgo apropiada para la ocasión.

                                


   Entonces llamo a mi simpático amigo Alfredo Le Pera, autor de todas mis películas, y con su ayuda y la del pianista, poco a poco comienzo a componer. A veces, ello nos toma una hora o pueden ser dos... Y en algunas ocasiones la falta de inspiración nos obliga a suspender el esfuerzo, para reanudarlo al día siguiente...

   No cabe duda de que yo tengo una ventaja sobre los otros compositores, pues yo compongo mis canciones para mí, mientras que otros lo hacen para Bing Crosby, José Mojica, Ramón Navarro, etc. Y es evidente que la tarea de ellos tiene que ser más difícil que la mía (Declaraciones  durante el rodaje de la película :"Tango bar".

   Cómo voy a cantar palabras que no entiendo, frases que no siento. hay algo en mí que vibra al sonido de las palabras que me son familiares, que están hondamente arraigadas en lo más íntimo de mi ser; palabras que aprendí en mi niñez, que tienen el significado de cosas muy nuestras, imposible de transmitir... Mi idioma, señores, es el español... o mejor aún, el porteño

   La pregunta: ¿me quieres?, no contiene para mí la emoción que se vuelca en la misma pregunta porteña: ¿Me querés?.  El pronombre vos, en lugar de tú. el verbo vení em lugar de ven...¡Qué pena amigos, que no pueda satisfacer sus deseos. yo sé cantar solamente en criollo...!

(En los estudios de la NBC cuando le proponían grabar en un lenguaje neutro para los países de habla hispana)

   

lunes, 24 de junio de 2024

Recordando a Gardel

    Hoy se cumplen 89 años de la desaparición del más grande cantor que ha tenido el tango en su historia. O del "inventor" del tango cantado, porque realmente, cuando él, en 1917 graba su primer tango, Mi noche triste, de Castriota y Pascual Contursi, era el tema número 35 en su lista de registros discográficos.

   De su primer tema grabado, en 1912 hasta entonces, había llevado al disco canciones en tiempo de vals, canción, estilo, vidalita, cifra, gato, zamba. Aunque también es cierto que en 1917, grabó la canción El Moro, de  José María Gutiérrez con su guitarrista José Ricardo y lo hizo  a continuación en tiempo de tango, acompañado por la orquesta de Roberto Firpo. 

                                           


   Seguiría entonando y llevando al disco, temas em tiempo de canción, bambuco,  estilo, zamba, cueca,  cifra, tonada, serenata, fado, chacarera, triunfo campero, pasillo, shimmy, foxtrot, triste, pero a partir de 1923/24 el tango va copando la parada en su extenso repertorio y se convertiría en el gran intérprete que consagraría para siempre el tango cantado.

   En 1925, por ejemplo, con sus guitarristas José Ricardo y Guillermo Barbieri, grabará y populizará, entre otros, tangos como: Adiós para siempre, Amigazo, Caminito del taller, Caricias, Cicatrices, El bulín de la calle Ayacucho, Entrá nomás, Fea,  Galleguita, Langosta,  Leguisamo solo,  Mentiras,  Milonguera,  Organito de la tarde,  Oro y Seda, Perdón viejita, Sentimiento gaucho,  Silbando, Viejo rincón y Yo te bendigo.

   Ya está lanzado para siempre el gran cantor que consagró al tango en América y Europa, que será estrella del cine y que será  el ejemplo a seguir. Porque ha marcado para siempre el rumbo del tango y la categoría del género. No llevó al disco temas que cantaba, como En la vía, Puente Alsina o Corrientes y Esmeralda, de Celedonio Flores que se estrenó en 1932 y Gardel lo cantó modificando la estrofa final en aquella parte: "Cualquier cacatúa sueña con la pinta de Carlos Gardel". Y él cambió su nombre por el del actor Charles Boyer.

   Su alianza, en pleno éxito con Alfredo le Pera sería decisiva para la consagración definitiva. Habían tenido una discusión muy fuerte, a raíz de un brulote del poeta-periodista que escribió en el diario "Última hora", sobre el cantor. Gardel lo fue a buscar a la redacción, lo increpó duramente y Le Pera terminaría confesándole que lo había escrito a instancias de un compañero de redacción.

                                


   Años más tarde, Gardel estaba cantando en París y Le Pera había sido enviado por el empresario del Teatro Sarmiento para comprar material de Revistas teatrales y de paso hacía reportajes para el diario Noticias Gráficas. El empresario teatral y periodista Mariano Hermoso, que era amigo de ambos y estaba en Europa, logró juntarlos en una cena donde restablecieron la amistad.

   Y sería en París donde Le Pera se convierte en  el guionista de los filmes gardelianos como Espérame, (hizo de corrector), La casa es seria, Espérame, Melodía de arrabal y las cuatro realizadas en  Long Island (Nueva York): Cuesta abajo, El tango en Broaway,  El día que me quieras,  Tango Bar y las escenas de The big broadcast (Cazadores de estrellas), en 1934.

   Y en esa vorágine crean entre ambos temas inmortales, que de la pantalla pasan a engrosar el cancionero popular de todo el mundo: Volver, Cuesta abajo, El día que me quieras, Sus ojos se cerraron, Lejana tierra mía, Arrabal amargo, Golondrinas, Soledad, Silencio, Mi Buenos Aires querido...

   El 24 de junio de 1935 se produjo la catástrofe de Medellín (Colombia), donde chocaron los dos aviones y en uno de ellos iban Gardel, Le Pera, los guitarristas que acompañaban al cantor: Barbieri, Riverol y José María Aguilar que milagrosamente salva su vida. Pero quedó desfigurado  y con muchos problemas físicos.

   Carlos Gardel se mantendrá vivo para siempre en la memoria de los argentinos, uruguayos y muchos otros. Por eso lo recordamos con tanto cariño cada 24 de junio, como él rememoraba a su querida Buenos Aires. El último tango que cantó en su vida fue Tomo y obligo, que lleva versos de Manuel Romero y música suya (otra de las grandes virtudes de Gardel). 

   Y es el tango que ahora vamos escuchar, interpretado por el más grande de los cantores de tango. 

                                   


    

   

   

miércoles, 19 de junio de 2024

Horacio Salgán

  

                                    AUTENTICIDAD PARA EL EXTERIOR

                                          

    Hablemos del tango en el exterior. Con la mejor intención, sin duda, se han hecho tentativas para adaptar el tango en su instrumentación, con el fin de complacer al público extranjero, agregándole saxofones, acordeón, trombones, etc.

   Sin perjuicio de que apoyemos todo intento de renovación con bases serias, para dar variedad al tango, creo que hay que aspirar a que se toque y se conozca en el exterior de la manera a que estamos acostumbrados, es decir, con la inclusión del bandoneón y conservando en todo lo posible un "sabor" porteño.

   Que yo sepa, jamás nos han enviado fox-trots instrumentados para bandoneón, y han hecho bien. Los que quisieron ejecutar jazz -que fueron muchos- tuvieron que aprender saxofón y tan cierto es, que este instrumento era muy poco conocido hasta que comenzó el auge del género jazzístico.

   Por consiguiente, todo aquel que tenga interés en tocar el tango, como es, que aprenda bandoneón. No significa esto que una ejecución en la que no haya bandoneón no pueda ser un tango, pero en principio y para hacerlo conocer bien, es de desear su inclusión.

   En etapas sucesivas se podrán hacer todas las modificaciones posibles. Y que no andamos desencaminados en esta idea del bandoneón, es que en Japón y en Francia, por ejemplo, existen ya muchos amantes del tango que han aprendido este expresivo instrumento.

   Tratemos pues, de hacer llegar al resto del mundo expresiones genuinas de nuestra música popular y tengamos fe en el tango, que tiene méritos de sobra.

   

(Escuchamos "Entre tango y tango", del propio Salgán con letra de Jesús Otero, aunque en este caso es instrumental y lo grabó con su orquesta el 17 de julio de 1957.)

                       



lunes, 17 de junio de 2024

Osvaldo Pugliese decía:

    -La soberanía nacional se defiende también con la cultura.

   -Todo ser que nace, nace limpio, puro, después vienen los problemas...

   -Me pasaron muchas cosas, pero me sostuvo la férrea voluntad de mantener la música popular.

   -El tango tiene dos facetas que son definidas, una la melódica, y otra la rítmica, o como solemos decir nosotros: la milonguera.

   -¿Profeta, yo? ¡No! Soy un laburante como cualquiera, ni más ni menos (... ). Soy un poroto, un tornillo de la máquina tanguera... 

                                     

--Nunca me considero un artista, sino un laburante de la música. Y un laburante bastante cómodo, porque trabajar, trabajan los de las fábricas, el puerto. Pero digo que siempre me sentí uno más.

   -(...) Soy un laburante porque así hay que defenderse en la vida. Los músicos dejaremos de ser laburantes para ser trabajadores sólo cuando cambien las condiciones políticas y el sistema, pero ahora no.

   -Todos los días le hago los cuernos al diablo, pero cuando llegue la hora del espiche diré: "Bueno muchachos, llegué hasta aquí, me las tomo, sigan ustedes". (...) Si al final... ¿Yo qué hice? Tangos. Eso es todo.

   -¿Maestro? ¡Maestro viruta! ¿Qué maestro? ¡Un rasca atorrante, eso es lo que soy! Y con la orquesta somos el conjunto de los atorrantes unidos. Yo no soy maestro. No me gusta enseñar, porque no tengo la suficiente capacidad pedagógica.

  - (...) La orquesta la armé en el 39. Me acuerdo que al poco tiempo ya tenía bailarines que me seguían y gritaban, ¡Ese, ese, ese, la barra de Pugliese! Me gustaba pero yo me decía "Quedate ahí Osvaldo, no te agrandés, no fanfarronées".

   -Más que la fama, importa situar a la gente dentro del corazón. Yo he trabajado desde pibe, y la gente ha simpatizado con este carcamán que soy, pero no me siento superior a nadie. Cuando veo a los que trabajan en la calle, con el martillo, con la pala, pienso siempre que son trabajadores y arquitectos de la vida.

   -Soy un laburante de la música popular desde los 15 años. Antes, trabajé para una fábrica de joyas, pero me dieron el raje; para una empresa maderera, y me dieron el raje; en una fábrica de muñecas, y me dieron el raje. El único lugar donde no me dieron el raje fue en la música, y bueno, aquí me quedé. (...) Hay que tener los pies en la tierra y no la cabeza en la humareda. (...) Yo me siento un laburante. Soy, humildemente, un trabajador de la música popular.

                                   

                                  Pugliese con Balcarce, Morán, Soto, Ruggiero, y Caldara

   -Siempre debemos condicionar nuestro punto de vista a la situación cultural del país. Si hay una política cultural que entra a darle leña a todos los rasgos, a todos los sentimientos nacionales y las tradiciones progresistas nacionales, es imposible...Siempre va a venir el elitismo. Los partidos políticos, las organizaciones obreras, campesinas, de empresarios tienen que hacer un esfuerzo tremendo para marchar acorde con los intereses económicos, políticos y democráticos...

   -Nunca me considero un artista, sino un laburante de la música. Y un laburante bastante cómodo, porque trabajar, trabajan los de las fábricas, el puerto. Pero digo que siempre me sentí uno más.

   -Nosotros éramos laburantes del trabajo del tango. Para decirlo vulgarmente, rascábamos donde teníamos un lugar donde tocar. El proceso del crecimiento y de la popularidad de la orquesta se consolidó a partir del café El Nacional y de radio El Mundo. Y más que nada, a partir del apoyo que tuvimos en los clubes de Avellaneda, Gerli y Dominico. A los clubes 'grandes' ingresé posteriormente, después de haber ganado la partida en estas instituciones más pequeñas. Estas se caracterizaban por estar integradas por gente trabajadora. Y ellos fueron quienes nos impulsaron, para trabajar más tarde en clubes de mayor importancia. Allí recibimos nuestro primer impulso. Después vinieron los demás barrios: todo ocurrió gradualmente.”


Fuente: https://citas.in/autores/osvaldo-pugliese/

   -Yo formé el sindicato nuestro en el año 35, porque hasta entonces los músicos populares no lo habíamos tenido. Fue un movimiento monstruoso, pero como consecuencia de la falta de experiencia de algunos, empezaron las divisiones. Sin embargo, recuerdo que todos demostraron siempre combatividad y finalmente se consiguió mejor salario, descanso semanal y finalización de la jornada laboral a las cuatro.




Fuente: https://citas.in/autores/osvaldo-pugliese/

Fuente: https://citas.in/autores/osvaldo-pugliese/

Fuente: https://citas.in/autores/osvaldo-pugliese/

En contra de las agujas del reloj

   Negando el paso del tiempo o quizás buscando su inspiración en el pasado, así se baila el tango.            

   En estos días de soledades físicas en que amistad, sexo y afecto encuentran soluciones de Internet, el tango ofrece la oportunidad de un encuentro vivo, cuerpo a cuerpo, a la vez que un espacio para vivir experiencias de diversa calidad emocional, sensual y artística..  

   Así baila Buenos Aires. con el pasado en presente y el presente continuo, al son de viejas orquestas y letras que cuentan historias de otros tiempos, pero baila hoy.

   Perdidos en la gran ciudad y el mundo globalizado, en la Milonga se encuentran todos. los que ya no están, los que bailan, los que van viniendo o vendrán, los que vuelven.

   Jóvenes que descubren el tango que bailaron sus abuelos, aportando su energía, creatividad e irreverencia.

   Adultos que redescubren el tango de sus viejos y del que renegaron durante años.

                    Hermosa la placita... - Milonga Placita del pañuelo Blanco | Facebook   

   Viejos milongueros que nunca dejaron de bailar y miran sorprendidos este nuevo berretín por el tango caminando la pista con una mezcla de orgullosa modestia y displicente destreza.

   Extranjeros que vienen y vuelven enamorados de ese abrazo intenso y de esa proximidad emocional inhallable en sus propias tierras.

   Todos ellos circulan entre clases y milongas que tampoco son ya de un solo modo.

   El tango de hoy se baila informalmente en algunas plazas de Buenos Aires, con un modesto equipo de música a ras del piso, a la vista de los curiosos y atónitos paseantes. Estilo compinche, sin cabeceo ni remilgos, tanto el hombre como la mujer pueden invitar a bailar. Se baila en jeans y zapatillas, borcegos y remera. Vas si sos del barrio y si no también.

   Se baila en las clases y prácticas que evolucionan naturalmente hasta transformarse en milongas. Los grupos de amigos o compañeros de clase se sientan juntos, charlan, prueban nuevos pasos. Allí no hay riesgo de planchar ni de rebotar. Piadosamente, ellos bailan a todas las chicas, ellas bailan hasta con el más tronco.

   Se sigue bailando en las milongas más tradicionales, con tanda y cabeceo, y mesas separadas para hombres y mujeres. Hay más empilche, ellos de traje o camisa negra, todavía se encuentran los engominados y hasta algún saco cruzado a rayas finitas. Ellas más producidas, con medias de red, transparencias o ropa que brilla. También de mini y con el ombligo al aire.

   El tango "violador de fronteras" como lo llamó Cadícamo, ya ha atravesado las barreras sociales, espaciales y generacionales, mezcla los estilos, sale de los salones a las calles. Ahora, además, es un torrente imparable, cruza la frontera del milenio, llevado por los bailarines que avanzan hacia el futuro, girando siempre en el sentido contrario a las agujas del reloj.

 SONIA ABADI ("El Bazar de los Abrazos", 2005) 



viernes, 14 de junio de 2024

Valseando

    Viernes, noche de milonga, como en aquellas Orillas del Plata, cuando arrancábamos Sin rumbo fijo, con algo de Miedo a fallar, por la novatada, pero que luego se convertiría en Flores del alma y nos decíamos: Vuelve otra vez...  Con Mi Novia de ayer, la Adoración que parecía Eterna de esa Muchachita porteña en aquel Romance de barrio, Inolvidable. El Corazón de oro Temblando por el Sueño florido de la Muchacha y Tu pálida voz me envolvía en una Visión celeste, entre Lágrimas y sonrisas de Esa noche en que con Cuatro palabras hacías brotar Lagrimitas de mi corazón.

   Con tus besos y la Luna de arrabal iluminándonos, se producía Un momento sublime, como una Ilusión azul de Esa noche en que el Alma mía vivía un Sueño de juventud. Con la expresión Romántica de tu mirar y esa Pasión, entre el Amor y celos que me hacían volar como en El aeroplano de los sueños, tocándome mis Fibras más íntimas, cuando...  Bailando me diste un beso.

                                             


   Estoy De vuelta en aquel Sueño  de juventud y Siempre te recuerdo, Olga, por esas Dichas que viví a tu lado. Hasta se me escapa Una lágrima cuando pienso en el final de nuestra  común Adoración. En aquel Adiós, adiós,  Tu olvido se convirtió en un montón de Penas, en Angustias del corazón. El Ensueño amoroso se fue diluyendo como una Ilusión azul y Lo que vieron mis ojos fue una especie de Palomita blanca que se alejaba agitando Tu pañuelo.

  Como un Valsecito amigo, me envuelvo en ese Ensueño que disfrutamos, esa Mecha hace que Siempre te recuerdo entre Lágrimas. Como cuando me dijiste: Álzame en tus brazos. Así Tu pálida voz llega a mi Alma dolorida  como una triste Rosa de otoño. Y pienso una y otra vez que Dos que se aman son como un Pedacito de cielo.

   De vuelta, a aquel inolvidable El viejo vals que bailábamos, lo escucho y me evoca Aromas de amor.  Mis últimas palabras fueron: Adiós querida y permanecí Prisionero de El viejo vals que nos unió, como si se tratara de un Castigo.. Sé que no estaba más En tu corazón y me costó superar el Miedo. Por eso Siempre te recuerdo, aunque descubrí que Mentías  cuando bailábamos aquel Valsecito de antes y me susurrabas cosas que yo pensaba que te venían Desde el alma, imaginándote envuelta en Violetas.

   Adiós querida, mi Corazón de oro está desdibujado por Lo que vieron mis ojos. Ya no es Amor y celos, porque Se apagó una estrella y Me duele el corazón. Cuando estaba enamorado pensaba en Soñar y nada más. Tus Lamentos de mujer los curábamos entre Lágrimas y sonrisas. Aquel primer  amor me hizo soñar con un Corazón de artista a mi lado.

   Desde el alma pienso que Llorarás...llorarás cuando recapitules sobre nuestro romance y Acariciando recuerdos recordarás amargamente El día que te fuiste. También divisarás tu Incomprensión, y recordarás que Mentir en amor es pecado. Después de aquellas Noches de amor, ya No nos veremos más, se esfumó Un jardín del amor y sólo nos queda... 

...Soñar y nada más.


                                    



miércoles, 12 de junio de 2024

Ada Falcón

 MISTERIO Y LEYENDA

   El paso de los años no ha logrado oscurecer el timbre cristalino de su voz cuando escuchamos algún disco suyo. Como a un palacio de la belle époque, la pátina milagrosa del tiempo, le confiere un encanto especial. Si a ello se le agrega el misterio de su vida, la aureola de Ada Falcón se incrusta en la leyenda.

  Se llamaba Ana Aída Falcone, nació en Buenos Aires el 17 de agosto de 1905, y con sus hermanas mayores Amanda y Adhelma conformó un reclamo de gran repercusión en una época en que la música ciudadana se inundaba de hermanas, reales o inventadas. Las Ledesma, Las Desmond, las Meyer, las Lamar, y más tarde las Berón o las Omar. Ella misma le contaría al historiador Roberto Gutiérrez Miglio, que no era hija de Domingo Falcone, sino de Miguel Nazar Anchorena, con quien su madre, Cornelia Boesio, vivió un tiempo. En 1929 la descubre Enrique Delfino en una fiesta  -como a la Maizani-, y la lleva a la Odeón para grabar con su trío 14 temas, aunque Ada ya había registrado 4 piezas para la RCA Victor con Fresedo en 1925. Los dos primeros fueron Oro y Seda y Pobre chica.

                                         



   Su madre las introdujo temprano a las tres hermanas en el ambiente artístico y con apenas 5 años, la menor, Ada, cantaba en varietés y fiestas, tonadillas y canzonetas con el nombre de La Joyita argentina.. Su voz de mezzosoprano, dramática y pletórica en matices, casó de inmediato con el tango. Canaro la escuchó, se enamoraron perdida y tempestuosamente, y a partir de ahí comenzó a grabar con su orquesta -203 temas-, aunque nunca actuó en público con él. Su rara belleza, sus enormes ojos castaños y su boca seductora la  proyectaron al estrellato junto a su hermosa voz que acaban de llenar el tango de un perfume sensual y lírico. Radio El Mundo fue su escaparate y las grabaciones el origen de su fortuna. Se compró un palacete en Palermo Chico, un Packard espectacular y le agregó un chófer negro, un criado afeminado y unas carísimas pieles con las cuales envolvía su pequeño pero atrayente contorno,

   No sólo cantó tangos. También grabó fox-trots, pasodobles, rancheras, valses y  canzonetas. Fue novedosa en el tratamiento de temas como el caso de Alma de bohemio -genial-, convincente, confesional en Te quiero o Lo  que nunca te dirán, que Canaro creó para ella y donde se atisba el fuego que terminaría abrasando a ambos. El mismo director financió el filme "Ídolos de la radio" (1934), donfe ella compartió cartel con Olinda Bozán y Corsini, y con quien cantaría a dúo, al igual que con Charlo y Famá. 

   Luis Riccardi, el notable pianista que estuvo muchos años con Canaro, decía una noche: "Ada tenía un magnetismo especial. Todos estábamos un poco enamorados de ella, aunque sabíamos de su fuerte relación con Francisco. Ensayaba apenas y agarraba los temas al vuelo. Su sentido musical era único y nos levantaba con su maravillosa voz.". Entre 1930 y 1935 alcanzó su apogeo.  Grababa un promedio de 15 discos mensuales y su colección  de joyas y costosos perfumes aumentaba también. La acosaban los millonarios y hasta algún príncipe, la seguía la gente  común y se la disputaban las radios como gran estrella. Entre las costosas alhajas que lucía, aseguraba que la más valiosa se la había obsequiado el maharajá de Kapurtala. 

                                       



   El periodista Roberto Lagomarsino acertaría a bautizarla como La Greta Garbo del tango, y eran pocos los que se atrevían a sostener la mirada de sus hermosos ojos. Discépolo que le dio sus temas Secreto y Confesión para que los cantase, decía: "Era tan divina que hacía mal mirarla", según relato de ella. Y Ada comentaba que Gardel cuando llegaba al estudio de grabación se adelantaba para escucharla a ella. Al terminar una cena compartida con Gardel y Canaro en La Boca, aseguraba: "Más tarde Carlitos me llevó caminado a la Costa y nos alejamos. Cuando estábamos solos, me besaba los ojos y me decía: "Piba, piba preciosa... enseñame a cantar Yo no sé qué me han hecho tus ojos". Me aseguraba que los hombres más poderosos de la Argentina estaban enamorados de mí".

   De repente entró en un trance místico y le pareció ver a la Virgen María en la cara de su ama de llaves. La relación con Canaro  se abigarró de colisiones y las iglesias comenzaron a recibirla en estado febril. Se pasaba horas rezando, faltaba a sus actuaciones, cantaba semi-recluida en la radio, sin público. Salía por la puerta trasera esquivando a los fans, incumplía contratos millonarios, donaba joyas y abrigos y se fue alejando paulatinamente del ambiente. Un sacerdote que recibió sus confesiones en la Iglesia del Pilar y que la escuchó conmovido cantar canciones religiosas, la recomendó a un convento de monjas en Salsipuedes, Córdoba.

   En 1942, Ada Falcón abandonó definitivamente al tango y el mundo exterior, y como hermana terciaria se radicó en las sierras cordobesas, imponiéndose en su voto, austeridad y frugalidad. Se compró un pequeño apartamento, muy humilde, luego de repartir sus bienes entre los familiares cercanos. Allí sobrevivió hasta los 96 años (4 de enero de 2002), después de ver morir a su madre con más de 90, que no se movió de su lado.

   Ese mismo año se estrenó un filme en su homenaje titulado: "Yo no sé que me han hecho tus ojos". Su leyenda y misterio se acrecentaron porque se negó a recibir visitas, rechazando a muchos fans que se trasladaron a  Salsipuedes. Y sólo las 221 grabaciones que dejó  como herencia permite aproximarnos a una de las voces más  hermosas que ha tenido el tango. En sus últimos años vivía en un asilo de ancianos administrado por monjas de Molinari, un pueblo cercano a Cosquín. 

   La rodeó un hálito de misterio siempre. Ella quería casarse con Canaro y según testigo de esa relación, el director estaba casi decidido a ello pero debía separarse  de su esposa francesa y debía dejarle la mitad de sus bienes. Para colmo hubo otro golpe de efecto. Cuentan que un día Ada estaba sentada en las piernas de Canaro, cuando llegó la indignada esposa de Pirincho y exhibió una pistola amenazando con dispararle si no desaparecía de vida de su marido.

   Allí terminó la historia de ese romance. Se despidió `para siempre del amor de su vida en 1942, grabando con él dos temas de Ivo Pelay y el propio Canaro: Corazones encadenados y Viviré con tu recuerdo. En ellos, el letrista parece reflejar la pasión incurable que le transmite Canaro a Ada. Su alejamiento del hombre que amó, no pudo tener un final más simbólico y reminiscente. Por si quedaba alguna duda en la mente de los tangueros, ahí sigue girando indefinidamente ese hermoso valsecito que Canaro dedicó a sus ojos: "Yo no sé cuantas noches de insomnio / en tus ojos pensando soñé...".

                                         

Interior de la casa-museo de Ada Falcón en Salsipuedes

   La casa de Ada Falcón en Salsipuedes se ha convertido en un hermoso museo que recrea sus imágenes y recuerdos. Es muy visitada y refleja en parte todo lo que ella representó como artista y como cantante inolvidable.

   Vale la pena recordarla cantando precisamente: "Yo no sé que me han hecho tus ojos". Lo grabó con la orquesta de Francisco Canaro el 17 de Septiembre de 1930.

                                   


   Y el tango de Francisco Canaro: "Te quiero", acompañada por la orquesta del autor y grabado el 4 de julio de 1932.

                                          



   

martes, 11 de junio de 2024

A unos ojos

     Calos Montbrun Ocampo dejó su Albardón natal  (Provincia de San Juan) y junto a su amigo Hernán Videla Flores, también de Albardón, viajaron a Buenos Aires donde formaron el dúo Ocampo -Flores. Este dúo tuvo mucho éxito, grabó para el sello Odeón y actuó en las principales radios del país. Después de 10 años de gran éxito se separan.

EL DANDY DEL FOLK CUYANO - La Melesca
Montbrun Ocampo, "El Dandy"
.   

   Y Montbrun Ocampo comenzó a producir el reconocido programa radial Las Alegres Fiestas Gauchas, uno de los sucesos artísticos más importantes de la radiofonía y del teatro argentino, desde LR4 Radio Splendid de Buenos Aires con su cadena de emisoras en casi todas las provincias. Un dato curioso es que el dúo se llamaba Ocampo-Flores pero sus integrantes tenían como primer apellido Montbrun y Videla..  

      Dicen que los amigos no utilizaron sus apellidos paternos pues en sus familias no veían bien que se dedicaran a la música. Carlos Montbrun Ocampo es autor de numerosas piezas del cancionero popular argentino, entre ellas las cuecas Las dos puntas y Entre San Juan y Mendoza; el vals Amémonos con versos del poeta Manuel María Flores, la zamba La majadita y la chacarera La Totora.

   Entre los muchos temas que compuso y que tuvieron notable repercusión, se encuentra este valsecito, que lleva versos de Hernán Videla Flores (Gabriel Héctor Hernán Videla).y al que Montbrun Ocampo le puso una música deliciosa, con lo cual salió ganando desde el vamos. A Edmundo Rivero le gustaba mucho el tema y se  lo propuso a Troilo para incorporarlo al repertorio.

                                           


  En principio, a Piichuco no terminaba de convencerlo, pero lo fueron trabajando con sus músicos y el propio Rivero, hasta que le encontraron la vuelta. Y terminaría también siendo un suceso de la orquesta cuando lo estrenaron cantándolo a dúo, Rivero y Aldo Calderón. Los versos son, quizás, un poco largos pero Pichuco los supo acomodar y terminaría convirtiéndose en un éxito.

Tus ojos que contemplo con delicia
Tienen el mismo brillo de la aurora
Tienen la suavidad de la caricia
Y la dulce mirada que enamora ¡ay¡
Y la dulce mirada que enamora...

Y por eso yo los adoro
Y hasta el fondo del alma me embeleso
Saben llorar de pena cuando lloran
Y se llenan de amor cuando los beso ¡ay¡
Y se llenan de amor cuando los beso….

Tus ojos de mirar adormecido
Tienen la placidez del agua en calma
Y muestran en su fondo cristalino
La divina pureza de tu alma ¡ay¡
La divina pureza de tu alma.

Y por eso yo los adoro
Y hasta el fondo del alma me embeleso
Saben llorar de pena cuando llora
Y se llenan de amor cuando los beso ¡ay¡
Y se llenan de amor cuando los beso...

Recuerda que mi vida está en tus ojos
Ellos son mi alegría y mi amargura
Ellos me hacen sufrir con sus enojos
Y me vuelven la paz con su ternura ¡ay¡
Y me vuelven la paz con su ternura. 

Y por eso yo los adoro
Y hasta el fondo del alma me embeleso
Saben llorar de pena cuando lloran
Y se llenan de amor cuando los beso ¡ay¡
Y se llenan de amor cuando los beso… 

   (Podemos escuchar esa grabación de Troilo con  Rivero y Aldo Calderón, del 31 de marzo de 1949.)
                            
                                     


   

miércoles, 5 de junio de 2024

Milongueando en el cuarenta

GLORIA Y EDUARDO


    -Fueron muchos los trabajos que hicimos con la Orquesta del maestro Armando Pontier. Una noche le dije: 
-Maestro con los Tangos tan buenos que escribió usted, los bailarines nunca le bailaron un tema suyo. Nosotros queremos bailar uno de esos lindos Tangos que usted compuso,
 
-¿ Cuál te gusta más? me dijo el maestro.  
   Yo tenía una duda, entre A los amigos o Milongueando en el cuarenta, pero al final me decidi y le dije: 
-Milongueando en el cuarenta
 
-Bueno- me dijo el maestro, yo te quiero regalar el arreglo
   Y así lo hizo, a los pocos días, estábamos bailando ese lindo tango en la "Carpa del Pueblo" de Hugo Del Carril.
                               


 
   Desde ese momento el Tango Milongueando en el cuarenta, quedó en nuestro repertorio junto al Maestro Armando Pontier.
 
   Lo bailamos en el viejo Café Nacional,  en Colombia y luego también en el teatro Astral de la calle Corrientes, en Buenos Aires.
 
   En 1983 los directores del espectáculo "Tango argentino", nos hablaron con el fin de que nos incorporáramos para un viaje a París y nos pidieron si podíamos bailar un Tango al estilo de los años 1940.
 
   Nosotros le dijimos que en nuestro repertorio hacíamos el tema del maestro Armando Pontier, Milongueando en el 40.
 
   A los Directores les pareció bien, pero entonces yo les pedí que para hacer una presentación entre tantas parejas, a este lindo Tango, le hacía falta una buena variación final, cosa que hasta el momento no tenía.
                                      



 
   Ellos hablaron con Libertella, yo le expliqué bien lo que queríamos y fue, efectivamente, José Libertella el que nos escribió la variación final de este maravilloso tango, que nosotros por suerte lo hicimos famoso en el mundo entero.
 
   Desgraciadamente la información de este éxito llegó tarde a Buenos Aires y el Maestro Armando Pontier, por un problema grave de depresión, fallece el 25 de Diciembre de 1983, en su casa del barrio de Belgrano.
 
   El Tango siguió por el camino del éxito. Triunfó en Broadway, Japón y en toda Europa, Hoy son muchos los jóvenes bailarines que sin conocer la historia de este tango lo suman a su repertorio justamente por la gran calidad que el Maestro Armando Pontier supo darle a todos sus temas.
 
 (Podemos ver a Gloria y Eduardo bailando ese hermoso tango de Armando Pontier, en el espectáculo "Tango Argentino".)
 
                             
                            



                             

martes, 4 de junio de 2024

Pugliese decía:

¿Los cambios de ritmo, de ámbito, la ausencia del baile, han perjudicado al tango?
Sí, la ausencia del baile ha perjudicado, por una parte; y por otra, las nuevas modalidades de trabajo lo han favorecido desde el punto de vista musical, ya que el tango ha crecido enormemente, se ha empleado una mejor técnica; muchachos jóvenes, estudiosos, han emprendido el camino para elevar al tango musicalmente. La cúspide de todo esto que estoy expresando, la dieron Piazzolla y Eduardo Rovira, luego continuaron otros, como Stampone, Osvaldo Piro, Berlingieri, y quedan los carteles, como el caso de Horacio Salgán, que sin llegar a modificaciones dentro de su estilo, hay que reconocer que es un músico… Igual que los muchachos que están en la dirección de las orquestas, o conjuntos más pequeños, como el Sexteto Mayor y el Sexteto Tango. Como profesionales son dignos de la música popular y el tango ha ganado en la puesta, en la elaboración de un tango distinto…

MM: ¿Y usted cómo ve a este tango “distinto”?

OP: Es un tango distinto al que se hacía en el 40… Al cerrarse las fuentes de trabajo, los cabarets, boites, al quedar perimidos los bailes populares, que eran fuentes de trabajo, donde el tango se escuchaba y se bailaba, vino la televisión, los famosos conciertos en las facultades, en salones, los recitales, y se le dio otro carácter a la música popular, más elitista. Por eso se los denomina “conciertos”, “recitales”, en fin…

MM: Usted no lo comparte…

OP: Para nada; lo que yo comparto es que las condiciones por las que se va desarrollando la música, entrelazadas con la situación económica y política en general, van a cambiar a favor de ese contenido rico en sentimiento y en ritmo, que tuvo el 26 y el 40; no puedo decir que “tal día va a cambiar”, pero sí, es seguro que va a cambiar…

MM: Usted no lo comparte…

OP: Para nada; lo que yo comparto es que las condiciones por las que se va desarrollando la música, entrelazadas con la situación económica y política en general, van a cambiar a favor de ese contenido rico en sentimiento y en ritmo, que tuvo el 26 y el 40; no puedo decir que “tal día va a cambiar”, pero sí, es seguro que va a cambiar…

MM: Hace poco, usted decía que el tango estaba “demorado”. ¿Cuáles cree que son las causas?

OP: Siempre debemos condicionar nuestro punto de vista a la situación cultural del país. Si hay una política cultural que entra a darle leña a todos los rasgos, a todos los sentimientos nacionales y las tradiciones progresistas nacionales, es imposible… Siempre va a venir el elitismo. Los partidos políticos, las organizaciones obreras, campesinas, de empresarios tienen que hacer un esfuerzo tremendo para marchar acorde con los intereses económicos, políticos y democráticos…

(Entrevistado por Mona Moncalvillo)


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domingo, 2 de junio de 2024

El legado de Arolas

    No llegó a completar sus 32  años de vida en este planeta. Pero su herencia es el mayor regalo que pudieron haber recibido todos los tangueros, ya sea compositores, músicos,  milongueros y toda la discografía repartida en las distintas interpretaciones de orquestas típicas que honraron su figura.

   Ese Tigre del fueye, ídolo de los tangueros, que vestía como un fiolo, con pinta de compadrito high life, funyi gris, traje por lo general a cuadritos, trencillado de negro, pantalón con franja del mismo color y en la bocamanga tres botoncitos de nácar; chaleco de fantasía ribeteado y corbata plastrón  decorada con grueso alfiler, como nos lo pintó Canaro. 

                           

 Arolas y su orquesta en Madrid
                                  

   Entre los muchos aportes de Arolas al Tango, deberíamos recordar que fue quien introdujo al violoncello en la orquesta.Ya en 1916 solía agregar a su conjunto de entonces a un alemán llamado Fritz, músico de cámara, amante del tango, en algunas actuaciones y también para grabar.  Incluso introdujo las variantes de saxofón y banjo como experimentación. ¡Y estamos hablando de la empírica guardia vieja!

   Fue el primero en poner un cantor, como el caso del payador Pancho Cueva (Francisco Bianco), con quien grabó en 1917 La Payanca, el tango de Berto, y a veces hacían coro los mismos músicos. Y creó en apenas 15 años unos 120 tangos, muchos de ellos clásicos e imprescindibles, que recreados por músicos posteriores alcanzaron toda esa belleza que intuyó su creador.

   "Muchos de esos temas -comentaba Rafael Tuegols-, los ideaba en los prostíbulos adonde concurrían a tocar durante varios días, contratados por el millonario de turno", y en los que Arolas era el predilecto de las pupilas. Con una de ellas se embarcó por primera vez hacia Francia a comienzos de 1922 y allí nacieron las semillas de El Marne y Comme il faut.

    

   Buenos Aires se le hacía insoportable por el drama que lo consumía y se embarcaría nuevamente hacia París en 1924 en el Lutetia, en compañía de una pupila, Alice Vignaud. Canaro lo despidió con una comida en su casa de Alsina 1743 y la esposa francesa de Pirincho olfateó un final poco feliz, pues el barco iba a Marsella y un clan de maquereaux de dicha ciudad portuaria había sido quien introdujo a la bella rubia en Buenos Aires.

    Arolas le dedicó un hermoso tango a dicha muchacha -Alice- que no ha sido muy difundido, grabándolo Manuel Buzón. El Tigre dejaba en su ciudad un legado invalorable, quizás la mejor producción que haya hecho un compositor de tangos. Títulos como Maipo, Suipacha, La cabrera, Lágrimas, Papas calientes, el premonitorio Adiós Buenos Aires, Marrón glacé, el vals Tu sueño, dedicado a Jorge Newbery, La trilla, el andamiaje rítmico tan hermoso de Comme il faut. 

    O el inmortal La cachila que en las versiones de Pugliese y Di Sarli alcanza su máxima expresión. Rodolfo Mederos se asombra hoy de que en 1917 se haya podido construir tamaña arquitectura musical y su cambiante y armónica configuración. Incluso al automóvil que tenía en París, Arolas lo llamaba La cachila.

                                   La Cachila | Tango en el Espejo                               

   La mafia marsellesa se cobró su vendetta, Alice se esfumó y Arolas fue desde entonces una sombra de sí mismo. Salvador Pizarro, tío de un amigo mío del barrio, en un regreso a Buenos Aires me contaba que era una persona destruida, nada que ver con el Arolas de años atrás. Su hermano Manuel le consiguió un trabajo en la cabaret L'Abayé de París, pero Arolas vivía bajo los efectos del alcohol y desaparecía constantemente.

   Lo internaron en el hospital municipal Bichard en estado lamentable y allí falleció oficialmente de tisis el lunes 21 de diciembre de 1924, a sus 32 años. Apenas cuatro amigos acompañaron su entierro en el cementerio parisino. Antes de morir compuso su último tema Place Pigall. Una raída valijita y su mítico bandoneón fueron devueltos por mediación de los Pizarro y ese legendario fueye dormita su sueño en SADAIC.

   Precisamente esta entidad repatrió sus restos el 19 de abril de 1954, por gestión de Cátulo Castillo y antes de depositarlos en el panteón societario, los pasearon por su viejo barrio e hicieron un alto en la Placita Herrera frente a la casa natal, donde estuve aquella noche con un amigo y otras personas que lo admiramos profundamente. 

   Hoy una calle de Barracas recuerda su figura y los tangueros de alma seguimos admirando su enorme talento  a través de esas creaciones suyas maravillosas, fundamentales. Y nos envolvemos en su recuerdo escuchando estas hermosas grabaciones:

   -Aníbal Troilo con su orquesta grabó "El Marne, el 29 de noviembre de 1967. Es el disco que podemos escuchar acá.                  

                          

Carlos Di Sarli nos dejó un notable registro de Comme il faut.el 14 de enero de 1947-

                                         


   Y Osvaldo Pugliese con su interpretación de La Cachila, lo clavó, grabándolo el 24 de noviembre de 1952

                                         




sábado, 1 de junio de 2024

Dos tangazos de Arolas

    La obra que nos dejó El Tigre del bandoneón en su corta existencia está sobrada de calidad, de polenta musical y de ese toque que deben tener las obras que perduran en el tiempo. De entre todo ese material rescato otros dos tangos que compuso y que siguen sonando en las pistas milongueras. 

   Uno de ellos es La cabrera, que lleva como sutbtítulo Buiapé y que lo estrenó en 1915, cuando contaba 23 años de edad. Lo dedicó a los dueños del café Apolo, señores Cova y Ruiz y su numerosa clientela. 

                                    

  

    Y el otro es Maipo. Recuerdo de una batalla tremenda con muchas bajas que fue decisiva para la independencia de Chile. . “Acabamos de ganar completamente la acción. Un pequeño resto huye: nuestra caballería lo persigue hasta concluirlo. La Patria es libre” fueron las palabras que dictó José de San Martín el 5 de abril de 1818, como parte del informe que envió sobre la batalla.. Justo se cumplía el centenario de aquel combate, cuando Arolas le dedicó este hermoso tango.


                                                          


      Osvaldo Pugliese con su orquesta grabó La cabrera logrando una página que engrosó su repertorio con enorme interpretación, en noviembre de 1963.

                           

                                                                  

Y Juan D'Arienzo con su conjunto se anotó un porotazo con la versión que logró de Maipo, llevándolo al disco el 13 de abril de 1939. Si Arolas levantara la cabeza y escuchara estaos registros discográficos....