viernes, 27 de octubre de 2023

Arrabalera

    Este tango de Cátulo Castillo y Sebastián Piana (dos grosos muy grosos del tango) fue creado como leit motiv para gloria de Tita Merello que se vio reflejada y radiografiada en los versos de Cátulo. Además, la música que le imprimió Piana, hacían restallar aún más aquello de. "Arrabalera / yo soy propia hermana entera / de Chiclana y compadrón "... 

   He  contado alguna vez que compartí mesa con ella, cuando ambos trabajábamos en la editorial Perfil. Yo era Jefe de redacción en una revista deportiva y ella escribía su página en una revista, que era especial para damas y traía información de todo tipo para ellas, con firmas destacadas. Fui a tomar un café al Bar-restaurante de la Editorial, en un descanso y ella estaba sentada en una mesa sola. 

                                           

Laura Ana Merello


   La saludé, me saludó y como en ese momento éramos los dos únicos parroquianos , me dijo: "Sentate aquí... si querés...". Por supuesto, acepté la invitación, charlamos de nuestras ocupaciones y como yo la había visto en teatro y conocía sus registros con Canaro, le fui nombrando algunos de sus éxitos, que realmente eran pegadizos y exitosos.

   Y entonces comenzó a deschavarse, a sacar a relucir su sino con la vida, con los hombres que en algún momento fueron compañeros de vida... pasajeros. Y llevaba como una mortaja todo aquello que recordaba. Yo no la interrumpía, por respeto y porque en su confesión notaba el dolor. Claro que no entendía por qué me lo contaba a mí.

   En un momento dado, más distendidos, le recordé su interpretación de Arrabalera. Y me contó que lo habló con Cátulo y que le pidió lo escribiera en exclusiva para ella. Lo estrenaría en la película del mismo nombre dirigida por Tulio Demicheli sobre guión de Ulyses Petit de Murat y Demichelis, basado en la obra Un tal Servando Gómez, de Samuel Eichelbaum. Se estrenó el 25 de abril de 1950, con Tita, Santiago Gómez Cou y Mario Fortuna como actores principales.

                                   


     

   Los versos de Cátulo no pueden ser más ilustrativos sobre el personaje interpretado por Tita. Viene a a ser como una auto-pintura de ella, de su vida, su infancia triste -no conoció al padre que murió antes que ella cumpliera un año-, de su modo de ser, de su chamuyo arrabalero y el modo de deschavarse sin rencores ni arrepentimientos. La versión cruda y valiente de la artista y cantante.

Mi casa fue un corralón
de arrabal bien proletario,
papel de diario el pañal
del cajón, en que me crié...
Para mostrar mi blasón
pedigree modesto y sano,
Oiga, che... Presénteme...
Soy Felisa Roverano...
Tanto gusto... No hay de qué...

Arrabalera,
como flor de enredadera
que creció en el callejón...
Arrabalera,
yo soy propia hermana entera
de Chiclana y compadrón...
Si me gano el morfi diario,
qué me importa el diccionario
ni el hablar con distinción.
Tengo un sello de nobleza...
soy porteña de una pieza...
tengo voz de bandoneón.

Si se le da la ocasión,
de bailar un tango “arrespe”,
encrespe su corazón
de varón sentimental...
Y al revoliar mi percal
marquemé su firulete,
que en el brete musical,
se conoce... ¡La gran siete!,
mi prosapia de arrabal. 

   Realmente, un dibujo muy ilustrativo y real de la Tita que luego encandilaría a los espectadores en el cine y en el teatro con la representación de este tema que pasó a ser su muletilla en los escenarios. Quizás nunca fue más auténtica...  Lo llevó al disco con la orquesta de Francisco Canaro el 1 de marzo de 1955. Y acá la podemos disfrutar.
 
                                     

 
*La palabra "arrespe" significa: amamarrachado, defectuoso, ridículo.


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