martes, 22 de noviembre de 2022

Pichuco y el recuerdo de Ángel Cárdenas

       Una etapa inolvidable en la trayectoria es la que cumplieron Ángel Cárdenas y Roberto Goyeneche, como cantores de la orquesta de Troilo. Sus éxitos -registrados en EMI-Odeón- enriquecen esa selección de "Los clásicos Argentinos". 

   Ángel Cárdenas, convertido hoy como solista en un embajador itinerante del tango  que da conciertos en teatros y universidades de los Estados Unidos, Europa y Oriente, guarda un recuerdo inolvidable de aquellos años cincuenta.

                                 


-Yo andaba bien en los años cincuenta y Pichuco, que se enteró, me invitó a comer a su casa. Estaban Edmundo Rivero y Alberto Marino, que habían sido cantores suyos. En ese momento Troilo buscaba, precisamente, encontrar a alguien como Rivero, que fuese lo que se llama: un cantor nacional. Recuerdo que comí como un desaforado, porque Zita, la mujer de Pichuco, cocinó unos riñoncitos al arroz que estaban deliciosos. Después el Gordo me hizo cantar. Canté desde las diez de la noche hasta las cuatro de la mañana. ¡Nunca canté tanto en mi vida!

En determinado momento Rivero le dijo a Troilo:
-No deje escapar a este cantor...
Pichuco admiraba mucho a Rivero, lo escuchó y me dijo:
-Yo sé que su berretín es ser cantor solista, pero para llegar a eso lo tiene que catapultar una orquesta, y como va a llegar de cualquier modo, prefiero que sea junto a mí.
    Hablamos del repertorio. Pichuco, que estaba haciendo en el teatro "El Patio de la morocha", quería reencontrarse con el público de los barrios y creyó que conmigo lo podía conseguir.
 
   Yo quería hacer mis temas porque los de  Pichuco ya los habían abordado en forma insuperable Rivero y Casal. Y antes, Marino, Floreal Ruiz y Fiorentino. 
   Troilo me escuchó y fue así que hicimos Callejón, de Grela, que fue un gran éxito; Vamos, vamos zaino viejo, de Fernando Tell; La flor de la canela, de Chabuca Granda; La calesita, Ni más ni menos, y La última, que pegó en todo el mundo.

   -Yo le gustaba a Pichuco -agrega Cárdenas- porque decía que tenía un dejo de tango como Rivero, Casal y Berón.  Así hablaba. Y le encantaba como entonaba las milongas. Fuimos amigos, a tal punto que solíamos pasar juntos las Navidades.
 
    Al Gordo le encantaba cocinar, pero cuando hacía el tuco para los tallarines le ponía el país adentro: cognac, whisky,  hongos, todo lo que tuviese a mano. Uno comía los tallarines con ese tuco y se levantaba borracho de la mesa. 

Flor de póker tanguero: Cárdenas, Grela, Troilo y Goyeneche

   Otra cosa que compartíamos era la noche. Cuando íbamos a cenar pedía, antes, una picadita de jamón serrano y salame, y una bañadera de vino. Era común, además, que nos encontráramos en su casa a las cinco de la tarde para tomar mate y comer pan con salame.

   Cárdenas reconoce en Troilo su oído para elegir los cantores. 
-Tenía el berretín de cantar. Una vez estuvimos a punto de grabar un tema a dúo. Cuando le traían una letra, se la ponía en la falda y sin el bandoneón, comenzaba tararear la melodía. Fue un verdadero artífice del tango cantado. Y como tipo se pasó, ¡era un fenómeno!

-Lo quería todo el mundo -asegura Cárdenas- porque nunca tenía una palabra de más con nadie. Antes de hablar mal de alguien prefería callarse la boca. Era respetuoso con la gente de plata y con los que no tenían un mango. Siempre me decía:
-Cardenitas, nunca se aleje del pueblo...

  -El Gordo dio todo por la música y por sus amigos -termina Cárdenas- . La noche fue su Dios y su bandoneón, el hijo que no tuvo. No se le podía pedir más....


(Publicado en "El Diario del Tango", Edición nº 1017 de la revista NOTICIAS)

    Escuchamos a Ángel Cárdenas cantando con la orquesta de Troilo, el tango "Qué me importa tu pasado", de Roberto Giménez y Manuel Sucher. Lo grabaron el 16 de diciembre de 1958.


10 comentarios:

  1. Tremendo cantor, cuando escucho La Flor de la Canela con Cárdenas y Goyeneche digo, para mí, qué años hermosos vivió la gente que pudo ver y escuchar semejantes orquestas y cantores, ese dúo es un lujo vocal!!!!

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  2. Voz bien porteña, da gusto escucharlo!

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  3. Una verdadera maravilla. Gran voz...y de Troilo...ni hablar

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  4. Viví en una propiedad del Gordo Troilo, Nicaragua 6062, Palermo.
    Una persona con mucha humanidad. Es una opinión muy personal,por la orquesta de Troilo pasaron casi los mejores
    cantores de esa época.Abrazos.

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  5. Excelente cantor..con mucha personalidad..

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  6. Excelencia. Cantor y orquesta El maestro Anibal Troilo y uno de sus cantores.

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