jueves, 28 de julio de 2022

Cimarrón de ausencia

    Considero que vale la pena refrescar la memoria con esta milonga que basa sus versos en nuestro impagable mate criollo. Y esa palabra tan allegada: cimarrón, proviene del antiguo taíno, y se refiere a una planta silvestre. Así se ha instalado en la Cuenca del Plata, por parte de argentinos y uruguayos, cuando nos referimos al mate amargo.

   Hay tangos/milongas que están dedicados  al entrañable cimarrón que reúne a amigos y familiares junto a la pava caliente y la charleta distendida. Entre otros: El mate amargo, la milonga Tomá mate, la frase genial de Homero Expósito en su tango: Trenzas de color de mate amargo. Gardel grabó la canción: El cimarrón del estribo. Incluso Canaro también llevó al disco en forma instrumental el tango Cimarrón, por citar algunos.

                             

Marsilio Robles, 1º izq. cuando acompañaba a Oscar Alonso

    Pero estos versos del guitararista, compositor y poeta Marsilio Robles, merecen una lectura y consideración especial. Porque su poesía relaciona al cimarrón o mate amargo con las peripecias de la vida diaria. Y arranca con una sentencia realmente genial que le da color desde el comienzo a todo lo que viene después: "Cimarrón sos más amargo /que el amor que viste ausencia / y sos polvo de querencia que llevó el camino largo..."-

   La originalidad del recurso poético que cobra fuerza de milonga, nos obliga a reflexionar sobre la escasa repercusión que ha tenido el tema, pese a las magníficas grabaciones de Troilo-Marino-Ruiz, y la de Caló-Arrieta. Incluso Floreal lo grabó acompañado por la orquesta de Osvaldo Requena. Los versos siguen iluminando el camino que se harán historia con la música del pianista Juan Larenza, el mismo que compuso también con Marsilio Robles, el tango Así es Ninón.

Cimarrón, sos más amargo
que el amor que viste ausencia...
que el amor que viste ausencia,
y sos polvo de querencia
que llevó el camino largo.
En el pesado letargo
de mis soledades muertas,
tu savia es aroma incierta
de tristes evocaciones,
y es sangre que a borbotones
pierdo de una herida abierta.

                             
Juan Larenza, segundo por derecha, junto a Lito bayardo

 
     Siempre me llamó la atención cómo pueden armarse unos versos tan llegadores, que dan motivo para releerlos, reescucharlos, cantarlos y ver como la existencia diaria de una persona encuentra en el mate amargo o cimarrón, el vehículo imaginario para transmitirla a través de él. Con sus pensamientos, sus dolores existenciales, sus fracasos sentimentales. Y el diálogo mental, imaginario, las formas que usa para definir al mate 

Sos atrancao por momentos
como lágrima enredada...
como lágrima enredada,
flor agreste, tierra arada
tu sabor es pampa y viento.
Pero sos también lamento
en el sorbo'e la agonía,
y en esta tristeza mía
te derramás en la tea,
cuando a mi pulso flaquea
un rumor de lejanía.

   El final poético encandila aún más su imaginación. La delicada melancolía, de forma ascética, supera el  espesor de las apariencias. Un tendal de rimas sirven como paraguas mental en la ebullición continua del cimarrón que se hace fuerte pese a sus aparentes limitaciones. Las  mismas están punteadas por agudas observaciones que se mezclan con las tribulaciones del personaje. Y en ese tono murmurado, el cimarrón es también el trastero de los recuerdos...y la simbología de ellos.

Sos vertiente de agua mansa
que va regando el potrero...
que va regando el potrero,
tu calor es sol de enero
y tu verde es esperanza.
Sos puñal, rebenque y lanza
blandiendo en puños de gloria,
gota amarga en la memoria
del que perdió su querencia,
y estás ensillao de ausencia
como el flete de mi historia. 

   Podemos escuchar la versión de Miguel Caló con  Roberto Arrieta , grabada el  8 de julio de 1945. 

  Y la de Aníbal Troilo con Alberto Marino y Floreal Ruiz llevada al disco el 5 de junio de 1945.

                                           



miércoles, 27 de julio de 2022

Pichuco

 

                                             

Julian Centeya y Anibal Troilo

Está boqueando lunas acusadas tu fueye
en el deschave de la cosa, abierto, 
y me instalás en un hondo misterio
con el último faso y un nombre de perfil
que llueve
todavía
la inútil ternura sobre la rosa ladrillo del tiempo.
El suncho de tu tango gris
se clava en la carne de la noche y estrola.
En él con puerta, la baraja de la lágrima sola
busca un bolsillo que sea como un país.
Vengo a escucharte pero antes
archivé las espaldas. Quiero estar de frente
como un domingo claro
subdividido a patios
tajeado a medianeras 
sembrao a yecas
potentes
de nuestro Buenosaires tango.
Muerde una verdad tu fueye,
como la de no tener zapatos,
como el haber vuelto inútilmente
a la calle cortada de una frente
que un dia se nos subió a las manos.
Un día en que las cosas suceden de repente.
Tu fueye enchabona
y reintegra paisajes de barro 
y devuelve cosas.
Siempre me devolvés cosas.
Las que no te dí y son tuyas
las que no te sirven y valen por eso, 
la palabra amistosa,
la penumbra del cine Medrano,
el recuerdo
de un patio de la calle Cabrera,
el humo de afiche de nuestro cigarro
y el ir a menos, sobraos, parejos,
en este vivir que la madre ha prestado.
Te escucho y es mío el pan caliente,
la astilla que duele,
el rencor oblicuo,
aquel enero viudo,
el vidrio del ojo de la vaca,
los cuernos potentes del señalero,
la multitud - nadie,
el ultimo regreso, el cero de mi cuaderno,
la culpa del otro,
la vidriera de enfrente,
el piojo de Cesar Vallejo,
el amor confesao de Homero
al farol balanceao de la barrera
tajeando la calle en Pompeya
su barrio orillero.
En tu fueye está el ladrido esdrújulo de mi perro Chango
cuya ternura me lengueteó su sed de ñorica
y Malambo
que se murió en mis brazos.
Yo le hablaba a mis perros de vos, Gordo,
y un fabuloso entendimiento
nos juntaba.
Y yo crecí hasta perro.
Tu fueye.
Nada se parece tanto a vos como tu fueye.
Tu fueye.
Algo más: tu palabra,
tu cuore malandra,
tu sangre, tus ganas de nada,
tus curdas
y la cheno blanca
y la copa volteada.
Pichuco
en tu jaula canta llorando el pájaro de la tarde
ciego
y yo desde el hueso
bato
que sos El Bandoneón Mayor de Buenosaires.

Julián Centeya

martes, 26 de julio de 2022

Bien Milonga

Con la cadencia de un tango
se van armando mis pasos
El torso erguido y el brazo
envolviendo su figura..

Le marco un giro a su talle
y ella elegante responde
con una vuelta adelante
que me apresuro a esquivar.



   La cadencia de un tango, la marca de los pasos, los giros, las figuras, forman parte del arte milonguero que practicamos cada vez que nos insertamos en una milonga, desde hace muuuuuuchos años. Y esta noche, en que BIEN MILONGA  cierra su etapa en la Casa de Aragon, lo demostraremos nuevamente.

                                   
  Como siempre nos mandamos por esas pistas del mundo donde el tango pisa fuerte y engancha en tantas latitudes, para ir templando gaitas con vistas a esta noche milonguera.

   Arranco por el Festival Una emocion, en Sibiu (Rumania), donde Eleonora Kalganova y Murat Erdemsel bailando el tango La capilla blanca, por la orquesta de Carlos Di Sarli, cantando Mario Pomar.
                           

  Acto seguido me desplazo al European Tango Cup, en el Palacongressi de Bellaria (Italia), donde Facundo Piñero y Vanesa Villalba giran al compas del valsecito El aeroplano, por la orquesta de Juan D'Arienzo.

                                           
   Y cierro el yiro en el Limouzi Tango Festival, que se desarrolla en Limousin (Francia). Vemos a Christine Lambert y Antonio Llamas bailando con pasos de milonga el foxtrot Cebando Mate, por la orquesta de Enrique Rodriguez cantando Cruz Montenegro.

                                             

   Y ahora si, culminamos esta etapa de BIEN MILONGA en la Casa de Aragon. ¡A bailar!!!!



               

martes, 19 de julio de 2022

Bien Milonga

                                                 Pero al fin bajarás la voz

                                            y atarás tu ansiedad de distancias.

                                            y sabrás por qué, late un corazón

                                            al decir... ¡qué feliz!...

                                            Y un compás, y un compás de amor

                                            unirá para siempre el adiós.

  Es el compás del tango, el de una milonga o el del valsecito, el que nos une en la pista y nos despierta las mejores sensaciones. El que nos atrapa para siempre por todo lo que transmite, nos convoca y nos hace ser feliz durante esas horas entrañables de la velada.

   Como va a suceder por ejemplo, en BIEN MILONGA esta noche de Martes 19 de Julio, desde las 21 a las 0 horas en la coqueta pista de la CASA de ARAGON, donde los esperamos como todos los Martes del año.

                  

   Para ir calentando motores, como de costumbre, nos paseamos por distintas pistas tangueras del mundo, donde vemos a diferentes parejas en sus exhibiciones bailables. 

   Anclamos, por ejemplo, en La milonga porteña, de Napoli, Italia, donde Carlos Espinosa y Agustina Piaggio bailan el tango Milonguero viejo, por la orquesta de Carlos Di Sarli.

    Nos desplazamos hasta el Festival de Tango de Lisboa (Portugal) para ver a Agostina Tarchini y Sebastián Jiménez bailando el valsecito Vibraciones del alma , por la orquesta de Francisco Canaro.                                               

   Cerramos el viaje en el Moscow International House of Music y en este caso es una pareja local - Artem Lucyn e Irina Samoilova-, la que se manda  al ruedo con la milonga Reliquias porteñas, que interpreta la  Solo Tango Orquesta.


   Es la mejor manera de darnos manivela para lucirnos esta noche en BIEN MILONGA.