jueves, 20 de enero de 2022

Historia de una foto

   Qué lindo recuerdo me dejaron mi viejo y Pichuco. Esta foto la sacaron en El Tábano, un club de barrio en Saavedra, ubicado en Rómulo Naón 3029. fue el 26 de enero de 1967, cuando mi viejo cumplió cuarenta y un años. Le quiso hacer conocer ambiente de toda su vida a Troilo, con quien estuvo hasta 1963 y grabaron 26 temas.

                                   

    A mí me parecen todos estos temas me parecen geniales, pero Pa'lo que te va a durar, creo que es lo máximo. Lo raro es que de la primera etapa del polaco con Pichuco en discos TK, de 1956 a 1959, no existe ningún CD.

   Troilo vino aquel día a mi casa a saludar también a mi vieja y el el club, el viejo se tomó dos Hesperidinas, que eran su debilidad, y el Gordo un Martini y un wisky. Un tipo del Club trajo la máquina y me sacaron esta foto haciendo una supuesta pulseada con Pichuco. 

   Él y mi viejo tenían muchas cosas en común: Buenos Aires, el tango, el barrio, la amistad, la familia, el fútbol. Una vez fueron juntos a ver un River-Platense, porque eran los equipos de ellos. Mi padre era hincha y socio de Platense. Tenía el carnet vitalicio 2550, porque mi abuelo lo inscribió al nacer y lo he visto en la cancha hasta con smoking y de ahí salir corriendo parta una actuación.

   Perdió a su padre -mi abuelo- a los cinco años y trabajó de todo: mecánico, taxista, colectivero. Manejaba en la línea 219, cuando le tocó probarse con Horacio Salgán, después de haber debutado con Raúl Kaplún a los dieciocho años. Cuando estuvo con Salgán hizo dupla con Ángel Díaz, el Paya de Pompeya, a quien admiró siempre.

                                    

El Polaco canta acompañado por Troilo-Grela y su hijo disfruta


   Troilo lo llevó para reemplazar a Jorge Casal y con Pichuco alcanzó su gran madurez. Pero el Polaco siempre siguió siendo un tipo sencillo, jodón, hacía cosas divinas. Un día fue a ver al Gasómetro de Avenida La Plata, un partido San Lorenzo-Platense con una peluca tipo beattle, y los hinchas se daban codazos y alguno decía: "Viste que los tangueros usan todos peluquín..."

   Y él decía: "No viejo, no soy Goyeneche, soy su hermano..." El 16 de noviembre de 1977, cuando nos jugamos la permanencia en Primera contra Lanús, se quedó escuchando los penales junto a María Nieves (que también era del barrio y de Platense), en el camarín. Copes, nervioso, esperaba que salieran y nada.... Se escucharon los 26 dramáticos penales y cuando Miguelucci atajó el último, sus gritos se oían desde el escenario. 

   Cuando en verano íbamos a Mar del P,lata, porque él actuaba allí, le gustaba descansar en algún lugar tranquilo y se compró una casa en Santa Clara del Mar, a 8 cuadras del mar, en medio de un bosque. Entonces colgaba las jaulas de sus pajaritos en los árboles, se acostaba en una hamaca y dormía... 

                                  

El Polaco Goyeneche con su esposa y los dos hijos


   Tengo recuerdos hermosos de él, diálogos larguísimos, sus consejos, me acompañaba cantando en las canciones que aprendíamos en el cole, jugábamos mucho al truco o al chinchón, y como también me gustaba cantar, me explicaba el peso de cada verso, la intención, el énfasis. Decía que a una buena poesía se le podía poner música por teléfono. No tenía formación académica, pero cantando tangos era algo impresionante.

   Con Troilo se tenían adoración. siempre reconoció que Pichuco era su papá en el tango y que cantar con él era como jugar en la Selección. Fue el mismo Troilo el que le dijo que si no se iba de la orquesta, lo echaba. Troilo era tan humano, que se daba cuenta del valor de sus cantores y les daba impulso para que se largaran como solistas, para ganar el dinero que él no les podía pagar.

   De todas maneras, mi viejo se volvió a juntar con Troilo para dos L.P: "El Polaco y yo", en 1968, que incluye 12 temas de Armando Pontier y Federico Silva y "¿Te acordás, Polaco?", en 1972, con 12 clásicos de siempre. Y a partir de su lanzamiento como solista fue trepando en la aceptación de la gente que lo llegó a venerar y hoy lo reconocen de tal manera que la Municipalidad ha bautizado una placita de Saavedra con su nombre y a la avenida que va entre Congreso y Vedia. 

                                      



   Lo acompañaron toda clase de músicos: Pontier, Piazzolla, Federico, Pugliese, Marconi, Panzera, el Sexteto tango, Stampone, Baffa-Berlingieri y otros. Pero a Troilo lo llevaba en el cuore y sabía que al lado de él su voz había adqudirido un peso definitivo. Eran dos bohemios incorregibles y la noche les quedaba siempre corta. a veces jugaban un campeonato de fútbol de las orquestas y se iban a los partidos sin dormir, directo del cabaret o de donde actuaban.

   Me contaba el viejo que en uno de esos partidos, el Gordo le tiró una pelota larga a Antoñito Maida, que al correr se cayó. Como no se levantaba, fueron a ver que tenía: ¡Se había quedado dormido! Esa época de bohemia ya ha pasado, pero son tantos los recuerdos que me trae esta foto, que me llena de alegría y melancolía a la vez. Y no es para menos, ¡eh!...

                                                                                                        Jorge Goyeneche

    Y escuchamos la versión de Troilo-Goyeneche, del tango "Pa'lo que te va a durar", de Celedonio Flores y Guillermo Barbier. Grabado el 24 de septiembre de 1957.

                            



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