viernes, 18 de octubre de 2019

Santiago Adamini

Es como una deuda personal que tengo con este  personaje del tango. Porque allá en mi lontana juventud cantaba, silbaba y bailaba varios de sus temas que estaban de moda y me gustaban mucho. No está recordado en relación a sus méritos, quizás,  en la historia del tango y por eso me place evocarlo, porque no sólo quedó instalado en los capullos de mi memoria, sino que recuerdo a aquellos comentaristas de tango anunciando un tema y sus correspondientes autores. Eran también las viejas costumbres de barrio, con la oreja atenta al aparato. Y su nombre era reiterado en los anuncios.

Bastaría, quizás, con recordar que su primer tango de éxito fue nada menos que Tras cartón, con Anselmo Aieta, aportando Adamini, en este caso, los versos. Ello ocurrió en 1929, y lo grabó Carlos Gardel con las guitarras de Aguilar y Barbieri. Figura también como autor, además de los dos citados, nada menos que  Benito Bianquet, El Cachafaz, pero, por  los datos que yo tengo, fue más bien una atención de los verdaderos creadores del tema, por motivos de amistad. A Adamini le gustaba bailar y se entreveraba con el Cachafaz en variadas milongas, compartiendo mesa con él.

Santiago Adamini y Armando Baliotti

Además se la rebuscaba con la guitarra, tenía parola fácil y sabía ganarse su lugar en los medios. Y lo mismo se las arreglaba escribiendo todo tipo de versos, que rasquetéandolos en la viola. Con el pianista y director del barrio de Boedo, Armando Baliotti, supo estrechar fuertes lazos de amistad, siendo ambos luchadores fervientes por los derechos autorales y por ello figuran entre los directivos de SADAIC, durante un tiempo prolongado.

Pero además crearon una sociedad que acertó plenamente en la creación de tangos que adquirieron rápida y lunga popularidad: A las siete en el café, Trasnochando, Como nos cambian los años, Yo me presento aquí, Barrio Norte y la milonga Señores yo soy del centro . Temas que estuvieron en las partituras que ejecutaban distintas orquestas y cantores, por su expresividad, melodía y llegada al público.

                                    
Lo cierto es que Adamini fue un prolífico autor. Incluso navegó en diversos ritmos, el foklore, la cumbia, ritmos tropicales, boleros, pasodobles y varios más. Con Tránsito Cocomarola compuso chamamés de éxito. Pero no me quiero apartar del tanguero. Y voy rastreando la esencia porque en su obra hay páginas de mérito y vale la pena recordarlas.

Por ejemplo podría citar:El cocherito, con Ángel D'Agostino y Alfredo Attadía, No tienes corazón, valsecito con Nicolás Vaccaro y Alberto Tavarozzi; Patios de antaño, milonga, con Juan Cambareri; Para mí lo mismo da, con los hermanos Talián. El valsecito Nací para tí, con Julio de Caro; Y no llores más, con Jorge Caldara; el valsecito: Ya viene el invierno, con Anselmo Aieta.

En la milonga que hizo con Tito Ribero: A diez centavos la pieza, recuerda y rubrica su pasado milonguero, dando por sentado que supo ganar fama de buen bailarín, además de andar 15 años al lado de El Cachafaz. Dice en en una parte:


Gascón era la academia                                             
de los guapos de Palermo,
y fue Thames el porteño
milongón de Villa crespo.
El Olimpo con Sarmiento,
Puente Alsina y El Dorado,
fueron ronda de los hombres
que tantas mentas dejaron.

No sé si debo decirles
que fui rey de esas milongas,
bailarín de meta y ponga
con cartel de enamorado;
un porteño que ha sellado
con bravura y entereza,
 el tiempo en que se fichaba
a diez centavos la pieza.   

No quedan dudas de que era un milonguero consumado y en ese sentido la sabía lunga, porque la vivió. Y todo eso lo vuelca en éste y otros temas de su vasta cosecha. Hombre de tango que fue Presidente de SADAIC durante seis años, también dirigió una revista de sucesos a lo largo de 15 años, y tuvo cargos de mucha importancia en los sellos discográficos Odeón y Pampa. Su perfil de periodista está ligado también a su condición de poeta.

Porteño del barrio de Palermo, nació en 1895, falleciendo en 1969.  Podemos recordarlo en este tango que compuso con Baliotti: A las siete en el café, por la orquesta de Miguel Caló, cantando Jorge Ortiz, grabado el 20 de enero de 1943.
                              


2 comentarios:

  1. La verdad que esta nota que acabo de leer, la siento como un homenaje y realmente me ha hecho lagrimear. Mi padre fue un gran autor, compositor bailarín, periodista, gran administrador como presidente de SADAIC, ya que entre otras cosas, durante los seis años de conducir la entidad logro comprar varios edificios, en distintas provincias de Argentina, para las sucursales de la misma, quería agregar a vuestros datos que también fue Director Artístico de la Editorial Ultra Moderna de Discos en sus últimos años de vida; Según El Trujaman revista diaria de traducción comenta el 29 de Noviembre de 2001:
    “A mediados de 1943, bajo la presidencia de Ramírez, consideró necesario, imponer la censura a los tangos cuyas letras incluyeran algún término lunfardo y en ciertos casos, cualquier palabra, meramente vulgar o familiar u oral.
    Para solicitar la derogación de la norma demencial, doce próceres (ya que son doce, será mejor llamarlos apóstoles) del tango (Santiago Adamini, Lito Bayardo [Manuel Juan García Ferrari], Enrique Cadícamo, Francisco Canaro, Charlo [Juan Carlos Pérez de la Riestra], Homero Manzi[one], Enrique P. Maroni, José Razzano, Luis Rubinstein, Rodolfo Sciammarella, Aníbal Troilo y Alberto Vacarezza) consiguieron, el 25 de marzo de 1949, una entrevista con el presidente Juan Domingo Perón. Luego de una charla cordial con el Presidente se logro dejar sin efecto la censura”.
    Tenía más de 900 Letras editadas, ninguna de las autoridades de SADAIC le hizo el homenaje que esa importante figura de la entidad y de nuestra música popular se merecía.
    Por tal motivo le agradezco infinitamente sus palabras.
    Juan Carlos Adamini

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    1. Para mí es una obligación y un placer recordar a estos personajes que nos dejaron tantas cosas lindas en el vademécum del tango. Y uno siempre se queda corto a la hora de recordar los méritos de esta gente. Saludos cordiales.

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