viernes, 5 de enero de 2018

Facundo Posadas

Le he dedicado en este blog alguna página a este representante del tango milonguero y de exhibición, a quien traté en Madrid cuando vino al Festival de Tango que organizaban Pablo Ojeda y Beatriz Romero. En aquella época estaba en pareja con Kelly, morena como él, incluso bailé con ella en el cierre del festival. Siempre destacó por su elegancia y hoy tiene su propia milonga en Estados Unidos, baila con una china de Taiwan, Cing Ping-Peng y sigue luciendo su perfil milonguero y elegante.

Es todo un referente y además luce en su prosapia familiar, a fundadores de la saga del tango como Carlos Posadas, el autor de El retirao, Cordón de oro, El jagüel, El tamango, el Toto y otros. Lo que confirma lo que tantas veces he comentado sobre la importancia de los afroargentinos en la génesis del género musical que hoy luce sus galas en el mundo entero. Precisamente Carlos Posadas era tío bisabuelo de Facundo.

Facundo Posadas y Christie Coté
                                       

Es importante escuchar a los milongueros de años pasados, cuando el tango bailable era furor y fervor en Buenos aires. Los que hemos tenido la suerte de frecuentar aquellas multitudinarias milongas, mamado en los códigos transmitidos de generación en generación, moviéndonos en vivo con las grandes orquestas que hoy nos acompañan a través de los registros discográficos, apreciamos la posibilidad de escuchar a algunos veteranos que llegan a estos días y nos brindan su mirada lúcida sobre el ayer y hoy de la milonga. Ese lugar que nos convoca con toda la carga de pasión que encierra entre sus paredes. Y también habla de aquellos bailarines que no tenían fama más que entre los milongueros, pero que siempre existieron y conocimos.

Por eso los invito a ver y escuchar este reportaje que le hacen los muchachos de Farol tanguero, en el cual Facundo Posadas desgrana sus vivencias, y reflexiona sobre las diferencias entre el ayer y el hoy del tango bailado. Entre aquellas y estas milongas. Vale la pena escucharlo.

                                       

                       


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