viernes, 12 de mayo de 2017

Tangolandia

La comedia musical que llevó el nombre del título, la estrenó Francisco Canaro, con su orquesta, sus cantores Marcelo Paz, Juan Carlos Rolón, Francisco Amor e Isabel de Grana, un numeroso elenco artístico, la actuación  de Jorge Vidal y Alba Solís, el ballet de Juan Carlos Copes y María Nieves, además de la pareja Julia y Lalo Bello como bailarines, en el Teatro Alvear, en 1957, conmemorando los cincuenta años con el tango, del mítico director de orquesta.

Muchas cosas se le dieron muy bien a Canaro: la composición (Unos 250 temas de su autoría), la faz dirigencial y la creación de SADAIC para garantizar los derechos autorales, la creación del quinteto Pirincho, exclusivamente para grabaciones, las giras por Europa, Sudamérica y Estados Unidos, sus 43 fiestas de carnaval, amenizando bailes, sobre todo en el Luna Park, o las temporadas teatrales que arrancaron en en 1919, con Nobleza de arrabal, un sainete lírico estrenado en el Teatro Variedades, de Plaza Constitución. El sainete llevaba libreto de Juan Andrés Caruso y en el mismo, Canaro incluyó su tango Nobleza de arrabal,  respaldando el nombre de la obra.

                                 

                                
En 1932, Canaro se combina con el comediógrafo y sainetero Ivo Pelay, para realizar juntos La muchachada del centro, en el Teatro Nacional. En este caso, se incluye la presencia de su orquesta en el foso y compuso, además del tema central sobre el que gira el argumento, cantado por Tita Merello. Además otros que trascenderían como  El jardín del amor, Me enamoré una vez, Rosa de amor, Te quiero (cantado por Ernesto Famá) y En la Ribera. Dos años de éxitos acompañaron a esta comedia.

En 1934, vuelven a unirse Canaro e Ivo Pelay en otra comedia musical con aires de sainete, que se llamó La canción de los barrios. Se estrenaría en el teatro Sarmiento con numerosos artistas de prestigio y los cantores Ignacio Corsini y Ernesto Famá. Para esta ocasión la orquesta de Pirincho estrenaría sus temas: La canción de los barrios, Los amores con la crisis, Un jardín de ilusión, Yo no sé por qué te quiero, El tango de la mula, El casamiento no me interesa y El Tigre Millán, que lleva además letra del mismo Canaro.

                                             


Llega 1935, la dupla Canaro e Ivo Pelay -que le puso versos a innumerables temas de su amigo-, están otra vez en el Sarmiento y estrenarán Rascacielos, escrita en colaboración. Gran éxito de público, con la consabida gira posterior por el interior y Uruguay. En la misma Canaro estrena sus temas: Mi Buenos Aires, Casas viejas, Tú y yo, Coplas porteñas y Tangón, que baila Manuel Silva con su compañera. Miguel Bucino con la suya, en el final también baila con la orquesta y es ovacionado. A propósito de esta actuación, Bucino me contó en radio que bailó seguido con Canaro en teatros, actuaciones y giras y que era muy cuidadoso el director en la preparación de las escenas.

En 1936, Canaro requiere a José González Castillo la creación de una obra musical teatral y el padre de Cátulo en unión con Antonio Botta y Luis César Amadori, escriben el guión de La Patria del tango, estrenada en el Teatro Buenos Aires. Para la misma, Canaro pergeñó Marcha cordial, Cariño, El bichito del amor, Qué le importa al mundo, La Patria del tango, el Porteño -tangón que bailaban Mario Faig y Teresita Padrón-, La polca del espiante, Cómo te quiero y Estampa gaucha, bailada por toda la compañía. La obra, exhibida en 2 funciones diarias, tuvo 500 representaciones y luego vendría la infaltable gira.

                                           
 
                              


Al año siguiente Canaro e Ivo Pelay presaentan en el Teatro Politeama, su obra Mal de amores, que llegaría a las 500 representaciones pero, que, en realidad fue un bajón artístico fácilmente visible en el escaso entusiasmo de los espectadores. Lo mismo sucedería durante sus exhibiciones en Montevideo. Y Pirincho resolvió tomarse 1938 con calma, sin hacer teatro.

Volvería, empero en 1939, siempre con Pelay, al Teatro Nacional con la comedia musical: El muchacho de la orquesta. En la misma debuta un jovencito Mariano Mores, que le es presentado a Pirincho por Pelay, y que estará 9 años en la orquesta. Miguel Bucino y Teresita Padrón constituyen la pareja de baile, y Mores con Luis Riccardi componen la dupla de pianistas. Canaro escribe para esta obra: La Milonga de Buenos Aires, Porque sí, Dónde hay un novio, La Polca del casamiento, El Rey del bosque, Los Parias, Todo te nombra, Las promesas en amor, Sinfonía gaucha, Esa es mi patria, Yo nací para querer y Sublevación.

En 1941, Canaro y Pelay regresan con La historia del tango. En esta obra lucirán sus figuras Benito Bianquet El cachafaz, con Carmencita Calderón, bailando un tango y una milonga. Miguel Bucino con Beba Bidart, por su parte, también se ganan los aplausos con sus cortes milongueros. Francisco Amor interpreta el papel de Ángel Villoldo, y canta el valsecito: Bajo el cielo azul. Famá interpreta El recuerdo de los tangos y Myrna Mores, que será la esposa de Mariano, entona dos temas, uno en dúo con Famá.

                                  

La nueva comedia musical que estrenarán Pelay y Canaro en 1942 se llamará Sentimiento gaucho, que, además,  será el tema básico de la obra. Numerosas creaciones de Pirincho se estrenan en esta obra, incluso un malambo para el lucimiento de El Chúcaro,  y en el final con la presencia especial de Mariano Mores y las voces de Carlos Roldán y Eduardo Adrián, Miguelito Bucino y Beba Bidart se mandan un festín de figuras de baile en el escenario.

En 1943 y 1944, Canaro y Pelay tendrán al teatro Presidente Alvear como epicentro de sus obras. Y en el mismo se empinan con Buenos Aires de ayer y de hoy, donde se lucirán Carlos Roldán y Eduardo Adrián cantando a dúo: Soñar y nada más. Marianito Mores cantará la vidalita Desesperanza; alborotará un candombe bailado por un cuerpo coreográfico de negros candomberos y un Intermezzo musical que resume los motivos principales de la obra. Tita Merello es ovacionada cuando interpreta: Se dice de mí y la obra alcanza las 600 representaciones.

Y continúan en el mismo Coliseo con Dos corazones, al año siguiente. El vals del mismo nombre, compuesto para la obra en cuestión, lo cantan a dío Chola Luna y  Carlos Roldán. Los actores Pedro Quartucci y Elena Lucena también se lucen  en Nieve en las almas, acompañados por el coro. Se estrenan varios temas en el escenario y la obra sigue en Montevideo, donde Canaro enferma y estará un tiempo inactivo


Luego vendrán El tango en París (1945), La canción de los barrios -reprisse en 1946-,  Luna de miel para tres en 1947 y Con la música en el alma (1949) en el teatro Casino con un niño actor llamado Andrés Poggio y conocido como Toscanito. El libro lo firmaron Homero Manzi, Pedro Bruno y Antonio de Bassi. Los cantores eran Alberto Arenas y Enrique Lucero (hermano de Mariano Mores, que había dejado su lugar  a Oscar Sabino, para independizarse). Seis meses en escena eran bastantes y Canaro resolvió dar por terminada su labor teatral, hasta que surgiría la posibilidad de hacer Tangolandia,  ocho años más tarde, que es el leit motiv de la nota de hoy. Y también la síntesis del trabajo teatral, tremendo, de Francisco Canaro.

                                       


Y lo recuerdo con el tango instrumental que exhibió en su primer obra de teatro:  Nobleza de arrabal, que llevará luego letra de Homero Manzi -reemplazando a la de Caruso que no trascendió-  y que Canaro grabó con su orquesta el 25 de abril de 1927, por vez primera.

Nobleza de arrabal - Francisco Canaro




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