Chiqué

La milonguita del sábado noche, nos espera con una de esas selecciones que te mandan como loco a la pista te mandan... Claro, en eso no podés fallar, no puede haber discjockeys chambones en el ordenata manejando cada tandita, aunque haberlos haylos, que nos los hemos masticado más de una vez. Es que antes de largarse a dirigir el tráfico milonguero, hay que haber hurgado en la historia de questa música y también bailarse los tanguitos en la mesa del especialista, para ver si tienen ritmo.

                           

Bueno, pero el tango siempre te perdona y te enseña. Hay que dejarse de "descubrir" orquestas, porque ya están todas descubiertas. Y no toda la música de tango es especialmente bailable. Hay muchísimos temas que son para escuchar y hay otros que están fuera de foco milonguero. De todos modos, lo que sobra es material y en la abundancia navegamos con solvencia discotequera.

En Chiqué aprovechamos el hermoso piso que tenemos para dibujar figuritas y el ambiente entrañable que se ha formado. También damos clases, previa anotación, y charlas para motivar a los noveles. En la Casa de Aragón, donde sentamos los reales, tienen un restaurante de prima, terraza veraniega y bar. La completa. Y nosotros le agregamos la milonga del sábado y la del martes.

                           

Por eso, te esperamos esta nochecita de primavera para que aportes tu entusiasmo y  tus saberes a la rueda y disfrutes de una velada sin baches. Además no tenés problemas de aparcamiento en la zona y eso siempre facilita las cosas a la hora de moverse por ciertas zonas de Madrid. Más fácil no te la podemos poner, ¿no te parece?.

Y para ir templando gaitas o fueyes, me voy a dar el garbeo habitual por esas pistas del mundo, antes que Trump empiece a tirar confites por todos los güines y nos arruine la fiesta milonguera. Porque el hombre es muy nervioso ¿viste? Y me arranco por Tokio -Japón, en la "Special milonga". Aquí, la pareja Sergei y Anna Sekhnenko, se marcan un valsecito: Flor del mal, por la dupla D'Arienzo-Mauré.

Y ahora estoy con esta otra yunta; Sayaka Higuchi y Joscha Engel en una milonga de Ratisbona en la Baviera alemana. Y atacan con Pavadita, el tango de Anselmo Aieta, por la orquesta del colorado de Banfield; Alfredo de Angelis.

                                      

                                                

Y para finirla me paso por Moscú. En este caso se trata de Dmitry Vasin y Esmer Omerova, que tienen que haber ensayado lo suyo para lograr esta interpretación del tango A Evaristo Carriego, tocado por un conjunto ruso. Porque les sale redondito como una pizza. Como debe ser.