sábado, 24 de enero de 2015

BIEN MILONGA


Sábado a la tarde, te planchás el traje, 
te cortás el pelo, después te afeitás,
con bastante crema te hacés dar masajes.
gomina y colonia, luego te peinás.                         

Lista tu figura, llegada la noche,
te vestís ligero después de cenar,
con un cigarrillo prendido en los labios
sales de tu casa te vas a bailar...

Ya sabés como te cantaba Angelito Vargas con D'Agostino estos versos de Carlos Lucero, que llevan música de Víctor Felice. El tango se llama Bailarín de contraseña, que los había, porque muchos muchachos andaban justitos de fondos y necesitaban que les tiraran un cable para entrar sin pagar. Las ansias de milonguear les podían y se mandaban con una fe grandota en sus habilidades.

Los tiempos han cambiado y ya no quedan bailarines de contraseña, aunque siempre hay gente lista. Y nosotros tenemos una Milonga que atrae a milongueros de ambos sexos por la música, las comodidades del aparcamiento en la misma puerta, el piso y el ambiente. Tanto en los sábados a la noche, como los martes. Ambas comienzan a la misma hora.


                                               



Y para tomar impulso bien milonguero, en la página de hoy en el Blog, podemos ver a esa magnífica y elegante pareja que forman el turco Murat Erdemsel y la hawaiana Michelle en Austin. Bailan: Yo quiero cantar un tango de José Nieso, Miguel Nijensohn y José María Suñé, por Pedro Laurenz y la voz de Alberto Podestá.

Pura clase.


                                                
 Como colofón, me gustaría recordarles que Murat, además de maestro del tango, es muy buen pintor de arte moderno. Y para que puedan apreciarlo, acá pueden ver su cuadro tanguero titulado Organito de la tarde.

                                 
                           


                                    






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