martes, 30 de diciembre de 2014

Oscar De la Fuente

A veces nos nos detenemos un rato en estos músicos que estuvieron en la hornada grande del tango, pero no trascendieron mayormente de cara al público, aunque en cambio dejaron su impronta registrada en numerosos trabajos a lo largo de su carrera.. Este violinista y guitarrista, nacido y criado en la céntrica casa paterna de Lavalle y Suipacha,  estaba destinado a la música clásica, después de estudiar con el maestro Edmundo Weigand, recibirse a los 19 años en el Conservatorio Nacional, y recibir una beca para perfeccionarse en Italia.

El viaje no se pudo concretar finalmente, y Oscar decidió dedicarse a la música popular, ingresando en orquestas típicas que animaban veladas bailables y a la vez acompañaba a actrices-cantantes como Elena Lucena o Aída Luz, formando un trío con Abraham Averbuj al piano, Ricardo Pedevilla en bandoneón, y él como violinista. Estaría en la orquesta de Horacio Pettorossi con su violín y haciendo los arreglos, para, a continuación formar su propio sexteto que actuaría en el Café Nacional.

                                    
Oscar De la Fuente en la Orquesta de Biagi. Es el primero parado a la izquierda.

Estuvo en varias orquestas haciendo las mismas funciones, el caso de Antonio Arcieri en el Tabaris, Sánchez Gorio, Alfredo De Angelis, Julio De Caro, Juan Polito, Antonio Bonavena y otras, hasta que ancló en la de Rodolfo Biagi, cuando éste  hacía roncha con su clásico estilo milonguero y el piano marcando tono al unísono. Allí De la Fuente pudo lucir sus cualidades de músico y arreglador porque le dió otro tono al conjunto y lo empujó hacia metas más altas.

Estaría con Manos Brujas toda la década comprendida entre 1950 y 1960. Incluso le aportó obras suyas al repertorio, que tuvieron mucho recorrido, como Ansias de vivir, Mi alondra, Mi vida en tus manos, Tango soñador o Bailarina de tango, éste  con Horacio Sanguinetti (Bazterra). De la Fuente fue un prolífico compositor que dejó unas 540 obras registradas en SADAIC. Además solía trasladarle al pentagrama algunas obras a Luis Rubistein, que no sabía música. Entonces Luis se las tarareaba o silbaba y Oscar las pautaba.

                                                     


Después de su paso por la oquesta de Biagi, volvió a formar oquesta propia y grabó en el sello Bemol, del cual sería director conjuntamente con Juan Polito, y conduciriría la Orquesta Los Tangoleros.Troilo dejaría un hermoso registro de su tango instrumental Intermezzo. Pugliese registraría con la voz de Alberto Morán su bello tango con letra de Luis Rubistein: Dos ojos tristes. Angelito Vargas también llevó al disco páginas suyas como: Yo supe tener querencia.

A su vez asumiría el rol de arreglador estable en las Editoriales Julio Korn y Crismar. Tengo varias grabaciones de su orquesta con distintos cantores destacados como Oscar Ferrari, Jorge Durán o Ricardo Ruiz, entre otros. Pero creo que vale la pena retratar esta hermosa historia. Oscar De la Fuente compuso varios temas con Lorenzo Spanu, gran amigo suyo. Entre ellos: Melodía para una novia que grabó con la voz de Armando Guerrico. Y este tema lo tocaron, Oscar De la Fuente con su orquesta, cantando Guerrico,  en la Iglesia de San Tarsicio, ubicada en el coqueto barrio de Palermo Chico, el día en que se casaba Reynaldo, el hijo de Lorenzo, para cuya novia crearon el tema. Algo realmente emocionante, e inolvidable para la chica,  que está muy bien explicado en el imperdible video, que acá traigo.

                                  



Y después de esta hermosura, podemos escuchar a la orquesta de De La Fuente cantando Ricardo Ruiz, el tango de Osvaldo y Emilio Fresedo: Tango mío.

12- Tango mío - Oscar De la Fuente-Ricardo Ruiz

2 comentarios:

  1. El daño que le causó Oscar de La Fuente a Rodolfo Biagi es irreparable: Le robó la identidad. Antes, Biagi sabía a Biagi, a su piano electrizante y enérgico, a sus violines sobreagudos, al golpe del fueye y a su poderoso contrabajo.
    Manuel Rosas les puso partitura y les robó el alma y Biagi languideció en una irredimible y dolorosa monotonía.

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  2. Ahora escuchando la orquesta de Oscar de La Fuente entiendo la brutal degradación de Biagi. El hombrecito es un violinista con pretensiones sinfónicas pero carece del sentido y del sabor del tango. Este virtuoso le robó 17 años de tango a Manos Brujas.

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