jueves, 6 de noviembre de 2014

Vicente Demarco

Este músico, devenido en periodista en el otoño de su vida, merecería figurar con más laureles en las enciclopedias tangueras, por lo mucho que ha aportado en forma de composiciones que han tenido gran recorrido. La lista es larga pero además, sobre ellas planea una construcción muy bien elaborada y cuidada. Y hasta diría, engalanada, porque ha sabido edificar una obra de gratísimo perfil, enriqueciendo los atriles de orquestas y cantores.

Mi buen amigo y compañero Pepe Barcia, me lo recordaba continuamente y yo comprobaba que tenía toda la razón. A los ocho años tomó las primeras lecciones de piano con el maestro Lorenzo Espinosa, que daba sus clases en el mismo barrio porteño de San Cristóbal, donde vivía Demarco con su familia. Y en ese mismo barrio donde sentaron plaza los Canaro y varios intérpretes del tango de lunga fama, la música popular se le metió en sus venas, aunque arrancara en un conjunto estudiantil de ritmos variados.
Se fue introduciendo en los escenarios tangueros gracias al tano Vicente Pecci, un flautista de la guardia vieja, allá por  1926, en la zona de Palermo.


Vicente Demarco

Después se alistaría en un par de conjuntos hasta que pudo mostrar su talento en la orquesta de Juan Maglio Pacho y en la de José Servidio, el crédito de Boedo. Demarco ya tenía un nombre y algunos temas compuestos que comenzaban a dar sus frutos.

Su piano jerarquizaba los conjuntos donde actuaba. Por ello fue requerido por  Antonio Bonavena, Juan Pedro Castillo, Mario Canaro, Vicente Fiorentino, Ciriaco Ortiz, Augusto P. Berto, Anselmo Aieta, Joaquín Mora, Pedro Maffia o Enrique Santos Discépolo, en cuya orquesta intervino especialmente para acompañar las  grabaciones que Tania realizara en 1937.

                                         
Luis alposta, Vicente Demarco y Anita Palmero

Además fue convocado para acompañar a numeros cantantes de fuste, como Amanda Ledesma, Azucena Maizani, Oscar Alonso, Adhelma Falcón,  Carmen del Moral, Carlos Viván y fundamentalmente a Agustín Magaldi, de quien terminaría siendo gran amigo y administrador, en su última etapa, antes de su prematuro fallecimiento.

Pero el nombre de Vicente Demarco luciría con letras grandes en las partituras de las orquestas típicas con el importante número de obras que realizó, algunas de las cuales tuvieron trascendencia. Muchas de ellas realizadas con el poeta Alfredo Faustino Roldán, que se inscribe en la renovación literaria que tuvo el tango desde finales de los treinta hasta toda la década del cuarenta.
Entre ellas se destaca netamente Tu pálido final, el capolavoro, de Rivero con Troilo.

                                                   
Vicente Demarco (derecha) presentando cun concierto en SADAIC


Pero la lista de esta dupla se completa con estos títulos: Tu voz de ausencia, Alas, El remedio, Camino, Hormiga negra, Tu olvido, Canto rodado, Una menos, El atrevido, Guapo, Copos blancos o el burrero. Y Vicente era un asiduo visitante en los hipódromos de San Isidro y Palermo, como pude comprobarlo personalmente. Además le gustaba estimular a sus caballos con gritos de aliento y le dedicó un tango al jockey Vilmar Sanguinetti, titulado; ¡Vamos Topo todavía!, que le permitió embolsar una suma importante de dinero en una jornada palermitana. Lo grabó Juan D'Arienzo con la voz de Alberto Echagüe en 1975. Podría nombrar muchos temas compuestos con varios letristas.


A esas alturas, Demarco, persona cultivada,  se había reconvertido en redactor de varias publicaciones, daba conferencias, realizaba glosas en Radio, y compondría todo tipo de canciones con su propia letra incluso. Había sido profesor de música durante treinta años en Colegios  Nacionales, Normales, Industriales y privados y a varios de ellos, les dejaría de recuerdo el Himno que sería marca de la casa para siempre.

Quiero recordarlo con tres temas suyos: Bienvenida, tango instrumental grabado por Aníbal Troilo y su orquesta el 10 de Abril de 1946. Quién no tuvo un amor que lleva letra y música suya, por José García, su orquesta y el cantor Alfredo Rojas. Lo grabó el 1 de Junio de 1944. Y Marcao, por Alfredo De Angelis con Oscar Larroca, grabado el 11 de mayo de 1953.

068- Bienvenida - Anibal Troilo

14. Quién no tuvo un amor - José García

16- Marcao - Alfredo de Angelis

13 comentarios:

  1. que lindos tangos compuso.la version de pichuco con rivero emociona hasta a un finado y que importante trayectoris la de este pianista que me permite engrosar mis conocimientos y poe ende comentarlos en mi audicion cuando difunda algunos de sus muy buenos tangos como los que mencionaste mas hormiga negra que grabo piana o camino saludos juan

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    1. Así es Juan, yo nombré sobre todo los que compuso con Roldán pero hizo muchos otros que tuvieron relevancia como Bien Jailaife, Qué lindo es perdonar, Petit salón, etc. Salute.

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  2. Muchachos: qué hermosa sorpresa leer esto. Nací en agosto del 77. No lo pude conocer a Vicente. Soy su nieto. La seguimos porque quisiera hacerles una entrevista a todos aquellos que puedan hablarme de él.

    Sebastián Hermida

    shermida@hermidapublicidad.com.ar

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  3. Alguien sabe si en entre los años 1960 y 1964 fue profesor de música del Colegio Nacional Nº 13, ubicado en el barrio de Liniers?

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    1. Sé que fue profesor de música en varios colegios, no podría determinar si lo hizo en el colegio que menciona, pero es más que probable.

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  4. Tuve el gran gusto de tenerlo como profesor de Música en el Colegio Nacional 13 en 1962. Muchas anécdotas de ese entonces, cuando se sentaba al piano y disimuladamente tocaba algún tango. Además, es el autor del himno de ese colegio... qué recuerdos!!

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  5. conoci Vicente Demarco como profeso de musica en Colegio Nacional n°10 Jose de San Martin alla por 1954, un personaje inefable como persona y profesor y su gran bonhomia, nunca lo olvide y como soy admirador de nuestro tango, cosa que ya la tenia, segui siempre su trayectoria tanguera e intelectual buena persona

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  6. Alguien preguntó si fue profesor en el Colegio Nacional n° 13 entre los años 1960/64, yo fuí alumno de Él antes de esa fecha. Un tipazo!!!! A

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  7. Muchos años han pasado desde que lo tuve de profesor en el Colegio Nacional Nro. 2 Domingo F. Sarmiento. Fué, según creo recordar, en 1953. A pesar del tiempo transcurrido, y de haber cursado sólo un año con él, es uno de los profesores que con más afecto recuerdo. Una persona extraordinaria. Siempre sencillo y cordial. De perfil bajo y voz suave, jamás le escuchamos una palabra destemplada o fuera de tono. Don Vicente, donde quiera que esté, soy uno de los pocos alumnos de la promoción 1955 del colegio da la calle Libertad que aún siguen en el camino. Seguramente los pocos que quedamos le recordamos por su bonhomía....y por algunos acordes de tango que, para regocijo de todos, a veces escapaban clandestinamente del teclado del piano. Chapeau

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