martes, 4 de noviembre de 2014

Histórico: Jorge Donn con Goyeneche

Entre ambos nos hicieron vivir un momento maravilloso en un programa de televisión. Jorge fue un bailarín único, que llenó los teatros más prestigiosos del mundos para admirar su arte. El encuentro de ambos ocurrió en el programa Cordialmente, que conducía Juan Carlos Mareco Pinocho, en el Canal público, y derivó en un instante lleno de emotividad,  que caló hondo en los presentes y el público.

Jorge nació en la localidad de El Palomar, Buenos Aires en 1948 y fue uno de los cuatro hijos del matrimonio entre Mauricio Itovich y Rosa Donn. A los siete años estudiba danza clásica en el Teatro Colón con los profesores Jorge Tomín, Aída Mastrazzi, Michel Borowsky, María Ruanova e incluso danza moderna con Renate Schottelius. María Fux en 1962 fue otra maestra providencial para él.

                                                 
Jorge Donn


Recibido como alumno distinguido, tenía 16 años cuando ingresó al cuerpo de baile del teatro Colón. A la vez había estado haciendo publicidad,bailaba en el ballet de Beatriz Ferrari, comedias musicales y con Esteban Serrador en "Sueño de una noche de verano", representó un papel importante. Había adoptado ya el apellido de su madre como nombre artístico. Fue precisamente en ese año 1963 de su diplomatura, cuando el gran coreógrafo Maurice Béjart -Nacido en Marsella, naturalizado belga-, llegó a Buenos Aires por primera vez, al frente de su compañía Siglo XX.

Jorge tomó una clase con él y Béjart lo elogió, pero a la vez puso un freno a sus ilusiones. Le dijo: "Tienes condiciones, pero no te puedo ofrecer un lugar en mi compañía porque está completa". El chico que tenía 16 años en ese momento, no se dió por vencido. Un amigo le prestó el dinero para el viaje a Bruselas, sede de la compañía. Sus padres le firmaron el permiso para viajar y aterrizó en aquella ciudad ansiada.
 
                                                 
Jorge Donn y Maurice Béjart


 "Béjart se quedó frío al verme -relataría luego-. "Te dije que no tenía lugar para tí en mi compañía". Yo insistí otra vez y tuve suerte. Se había enfermado uno de los chicos de la compañía y accedió a probarme. Fue algo mágico, lo mejor que podía sucederme en la vida".

Tres años más tarde hacía el protagónico de Romeo y Julieta. Y a partir de 1967, sería el primer bailarín de la compañía y el más admirado por Béjart, que creó más de treinta obras  para Donn. Bailó, entre otras, con Maya Plisiétskaia, que admiró su  belleza, energía y ductilidad.  Acá podemos verle en la película Les uns et les autres, bailando la Séptima Sinfonía de Beethoven.

                                      


Dejó obras memorables como su trabajo en Bolero, de Ravel, que incluso se vió en esa película de Claude Lelouch, con James Caan y Geraldine Chaplin. recibió el Dance Magazine Award, el premio más prestigioso de la danza, en 1979, y fue ovacionado al recibir el Konex en Argentina, como uno de los mejores bailarines que había dado el país.

En 1976 fue invitado por George Balanchine a bailar en el New York City Ballet, como primera figura. Béjart lo había ascendido a co-director artístico de su compañía en 1979, y en todos lados lo presentaba como su bailarín estrella, dada la fama mundial que había adquirido Jorge Donn. Éste se independizaría de su maestro y formaría su propia compañía en 1988: L'Europa Ballet.

                                     
Jorge Donn es su momento de gran apogeo.


Lamentablemente, cuatro años más tarde fallecería, en Lausana, cuando no había cumplido aún los 45 años. En plena madurez artística. Como varios de sus compañeros de profesión, había contraido el Sida, y el final fue muy triste. Todo el mundo de la danza lloró su pérdida y se hicieron varios ballets en su honor. El primero fue Maurice Béjart  con su Ballet por la vida.

El encuentro con el Polaco

Después de recordar la historia artística de Jorge Donn para darle a este encuentro con el Polaco Goyeneche, la importancia debida, creo que vale la pena ver estos minutos en que éste canta, prácticamente a capella,  su gran creación, Naranjo en flor, el tango de los hermanos Homero y Virgilio Expósito.

Está vestido con un simple chándal o ropa de andar por casa, y es emocionante comprobar la emoción que embarga a ambos. Jorge lo toma de la mano instintivamente, como tratando de inyectarle energía, y el Polaco, que ya había dejado atrás sus mejores horas de gloria, realiza una interpretación que atrapa no sólo a los presentes sino a quellos lo estaban siguiendo a través de sus televisores.

Inolvidable. Se me pianta un lagrimón.  


                                                                 

 










  
                                                         

3 comentarios:

  1. Me encanta Jorge Donn, gracias por este bello recuerdo. Alma

    ResponderEliminar
  2. SOY Aldo admiraba tanto al polaco jorge que su vida se apago escuchandola vos del polaco,ycomo responso se escucho Viva el tango interpretado por el naestro Raul Garelo.

    ResponderEliminar
  3. SOY Aldo admiraba tanto al polaco jorge que su vida se apago escuchandola vos del polaco,ycomo responso se escucho Viva el tango interpretado por el naestro Raul Garelo.

    ResponderEliminar