jueves, 20 de noviembre de 2014

12 Tangos

Hoy salió el sol en Madrid y el tango termina de iluminar esta deliciosa matinatta. Florecen en mis oídos y mi cuore unos cuantos tangos, de esos que te empinan el alma, y de paso cañazo, unos valsecitos que me levantan de la silla y me llevan a dibujar solo en el cuarto. Y entonces, a continuación repaso una serie de ítems que pienso subir al blog y van pasando imágenes y sonidos.

Justo un jueves, que es el centrojás de la semana, el que repasa los lindos momentos vividos desde el lunes, anche, y uno prepara los camambuses para la milonga del sábado, y la busarda para los ravioles del domingo. El viernes es el día es que los laburantes agitan el pañuelo de despedida -¡hasta el lunes!- a los horarios y menesteres del trabajo y se aprestan a vivirla, que son dos días.

                                       
La Catedral


Y voy al grano. En este repaso al bardo, para hacer honor al título del blog, recuerdo algo que me gustó mucho. La directora alemana de cine, Arne Birkenstock, viajó a Buenos Aires, y como si fuera una porteña de rompe y raja, se puso a bucear en todas las posibilidades que le ofrecía el tango y se mandó una hermosa y novedosa película, en piccolos capítulos.

Parecía tener el alma engrasada con el espíritu del tango, porque logró escenas emocionantes para nosotros. Y entonces me pongo cabrero, al recordar lo mal que trataron en su propio país, el cine y la cultura, al tango argentino. Esta mujer, alemana, logra sacar partido de algo que nuestra gente no supo hacer. Porque jamás hubo apoyo gubernamental para vender todo lo relacionado al tango. Al contrario, le dieron la espalda. Y los extranjeros pareciera que sí le encuentran el filón.

                                            
La exquisita Guillermina Quiroga

Ya he pasado algunos capítulos de este filme pero hoy me detengo en las secuencias filmadas en La catedral, esa milonga porteña con aire otoñal, situada en Sarmiento 4006, en el barrio de Almagro. La experta bailarina Guillermina Quiroga realizó la sorprendente coreografía, en este caso, y la pareja de bailarines la forman Gisela Galeassi y Gaspar Godoy.

Pero en la orquesta que dirige desde la guitarra, con música suya, Luis Borda, aparecen nenes como Pepe Libertella, Julio Pane y Pablo Mainetti en los fueyes. Y hay músicos como Marcello Marcelli, Diego Schissi, Oscar Giunta y otros. El ambiente es sencillamente hermoso y poético. Los invito a verlo. Se llama Ironía de salón.

                               
   

Y ojo, que no podemos quedarnos solo en esta muestra, que es divina. Ya dije, para quienes no la vieron,  que como anuncia el título del filme, se trata de doce escenas bien tangueras, con músicos y cantantes. La selección está muy bien realizada y ha tenido una enorme repercusión en países como Alemania o Japón. Incluso ha sido trasladada a CD y eso permite que sigan disfrutándola.

En este cuadro que viene a continuación, intervienen varios músicos destacados, cuyos nombres figuran en el video y ejecutan la milonga de Pablo Laurenz: Milonga de mis amores. Y entonces se entrelazan los milongueros y la fiesta se agranda como si se tratase de una milonga tan de moda hoy día en casi todo el mundo. Y en la orquesta hay tiempo y espacio para que se luzcan todos los integrantes de la misma.


Papita p'al loro.

                                 
                                                                                          

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