viernes, 5 de septiembre de 2014

Petrucelli, un fueye de lujo

Ya hablé en estas páginas de semejante bandoneonista del barrio porteño de Barracas, que fue pupilo nada menos que de Arturo Bernstein. Siempre recuerdo las palabras de Julio De Caro en una charla que tuvimos en mi programa de radio, sobre la capacidad de Petrucelli. Me contaba que el mismo Pedro Maffia se quedaba a veces embobado observándolo en los ensayos, cuando Luis era el segundo fueye en aquel Sexteto que revolucionó la historia del tango.

Poseedor de una técnica exquisita, tuvo la mala fortuna de morir tempranamente, con apenas 38 años, como Vicente Greco, cuando se podían esperar de él tantos aportes importantes. Sus solos fraseados, tanto en su propia orquesta como en la Típica Victor de la que primer bandoneón y seleccionador de su repertorio discográfico, son de de una pureza maravillosa y notable hermosura.

                                 
Luis Petrucelli. Foto de 1922.


En sus primeros escarceos semiprofesionales tocó en un trío con el pianista José Martínez y el violín de Antonio Buglione. El murmureo del ambiente hizo que su nombre sonara con fuerza y Juan Carlos Cobián lo requirió en 1922 para formar en lo que sería el núcleo del futuro sexteto de Julio De Caro, formados dos años más tarde, cuando Cobián corrió tras de una aventura a Estados Unidos y dejó la orquesta.

Allí estaban Petrucelli y Maffia formando una dupla de bandoneones que le hacían subir las pulsaciones a los seguidores del famoso Sexteto. Tanto en un Café Colón, atestado de fervorosos hinchas como en el lujoso Vogue's Club, que el Príncipe Jakobleff, había levantado en lo que era el legendario Palais de Glace. La orquesta de De Caro había pasado a ser la mejor paga.

La orquesta de De Caro en los carnavales del 24. Petrucelli está a la derecha del Director

De repente Petrucelli le dice a Julio De Caro que se va a Mar del Plata con su novia de veraneo, y a continuación se casaría, debiendo darse de baja en el conjunto. Este hecho daría lugar a la incorporación de Pedro Laurenz al Sexteto, otro suceso histórico, aunque al principio había sido una mala noticia para todos los integrantes del conjunto, especialmente para Maffia.

Para saber cómo las gastaba en aquellos tiempos, basta recordar la orquesta que formó Julio De Caro para los carnavales de 1924, en la lujosa Confitería L'Aiglon, que estaba ubicada en la Galería Güemes de la calle Florida. Nada menos que 18 músicos. Entre ellos, dos pianistas: Francisco De Caro y Roberto Goyheneche. Seis violines, más el del director,  dos contrabajos y ocho bandoneones: Nicolás Primiani, Luis D'Abraccio, Ángel Danesi, Luis Petrucelli, Pedro Maffia, Miguel Orlando, Ricardo Brignolo y Luis Minervini.

                                           


 Petrucelli viajará con Canaro por Europa y Norteamérica y también se embarcará con Eduardo Bianco, que buscaba revedercer sus laureles en el continente europeo, aunque con escasa fortuna.

A fines de 1925 la RCA Victor forma la Típica que sólo tiene la misión de grabar y no actúan en público. El primer director de la misma será Carabelli y su primer bandoneón Luis Petrucelli, junto a Ciriaco Ortiz y Nicolás Primiani Pindeca. En 1928 está Luis al frente de su orquesta con fuerte impacto popular y llega a grabar 28 temas.

                                         


Hoy que estoy con un ataque de nostalgia, lo traigo al blog en dos de aquellas grabaciones con su conjunto. El primer término , el tangazo de José Martínez: El cencerro, registrado el 31 de diciembre de 1928. Y de segunda, Agua florida, grabado el 9 de agosto de 1928, del Loro Ramón Collazo.


Hermosuras.

Orquesta Luis Petrucelli - El cencerro

Agua florida- Luis Petrucelli

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