martes, 1 de julio de 2014

Trío de Reinas

En el machista territorio del tango, como han sentenciado tantas voces, una mera observación del historial, nos revela la infinidad de compositoras, poetas y especialmente cantoras que influyeron decisivamente y para bien, en la relevancia del género.

En este sentido, las que surgieron en torno a los años veinte marcaron las pautas futuras para las cancionistas que se iban a atrever con esas letras que describían generalmente sentimientos y desventuras del hombre, salvo escasísimas excepciones. Y entre aquellos pioneras sobresalieron nítidamente Ada Falcón, Libertad Lamarque y Mercedes Simone. Vienen a ser la correspondencia femenina a aquel trío masculino que galvanizó la poesía del tango: Gardel-Corsini-Magaldi.

                                           
Libertad Lamarque


Y no me olvido ni de Rosita Quiroga ni de Azucena Maizani, ocurre que hoy estoy chiflado por estas tres minas que hicieron historia grande en la cancionística porteña. Libertad Lamarque fue la primera de las tres en llegar al reconocimiento popular. Tenía 16 años cuando con su papel de "Doce pesos" en el famoso sainete "El conventillo de la Paloma", de Alberto Vaccarezza, es elogiada por la crítica y la obra llega a las  2000 representaciones en el Nacional, algo pocas veces visto en el teatro.

Fue un empujón que la encumbraría rápidamente y su voz de contralto empinó una gran cantidad de tangos que se estrenaban casi todos los días. Fue estrella de cine, entró por la puerta grande de la filmografía mexicana donde se convirtió en ídola definitiva. Teatro, radio, cine, boites, actuaciones en grandes espectáculos galvanizaron para siempre su figura y dejó una cantidad enorme de grabaciones que la mantienen siempre en su carrera de largo aliento.

Con Alfredo Di Stéfano en el homenaje de 1998
                                       
Fue la única de las tres que llegué a conocer. Primero en Canal 9 de televisión, donde yo trabajaba y ella hizo un ciclo. Compartí algunos breves momentos en la sala de maquillaje y me impresionaba su estado de ánimo. Se la veía como una señora bajita bastante mayor. Pero en cuanto la cámara la enfocaba rejuvenecía milagrosamente y ahí estaba la artista total. Luego de la suerte de convencerla telefónicamente para que aceptara la invitación de venirse de Miami a Madrid donde le daríamos el premio "Sos Gardel", en el Bellas Artes. Un hermoso espectáculo al que concurrieron figuras notables como Alberto Cortez, Nati Mistral, Narciso Ibáñez Menta, Carlos Estrada, Alfredo Di Stéfano, 6 parejas de bailarines y demás. Tuve la fortuna de conducir el espectáculo, que se televisó a 5 países,  y otra vez volvió a sorprenderme con su espíritu vital.

Ada Falcón también comenzó a cantar desde muy pequeña, como sus dos hermanas, Adhelma y Amanda. Se llamaba Ada Aída Falcone, aunque ella sostenía que no era hija de su padre, Domingo Falcone, sino de Miguel Nazar Anchorena, con que su madre había tenido un romance. Fue una artista con gran aureola de misterio, jamás actuó en público, y en la radio cantaba sin que pudieran verla sus numerosos admiradores. Tenía una voz de mezzosoprano  maravillosa, como sus grandes ojos negros que encandilaron a Gardel y a príncipes y millonarios.

Ada Falcón

Grabó 217 temas, casi todos con la orquesta del gran amor de su vida, Francisco Canaro, con quien sostuvo un largo y volcánico romance. Pero Pirincho estaba casado, y aunque tuvo un enorme metejón con Ada, no se animó a la separación. Ada entró en una etapa mística en pleno éxito artístico y resolvió drásticamente abandonar la fama, los lujos y su hermosa casa, para recluirse en un pueblo cordobés, después de regalar todos sus bienes y vivir en un pequeño departamento de Salsipuedes,  junto a un convento de monjas, que la recibieron, imponiéndose un voto de frugalidad y austeridad. El vals que le dedicó Canaro y que grabó con ella: "Yo no sé que me han hecho tus ojos", simboliza la pasión del músico-director.

                                     

                                                   
Mercedes Simone es para muchos críticos del tango, la mejor voz femenina. Incluso cuando a Libertad Lamarque la erigieron como "La reina del tango" en un Concurso organizado por la Municipalidad porteña, además de los 500 pesos del premio, ella no se lo tomó en serio el término porque no había participado en el concurso Mercedes Simone, a quien admiraba realmente.

Mercedes Simone
Simone era de Villa Elisa, cercana a La Plata, y un poco a regañadientes y de forma casual subió al escenario en una confitería de Bahía Blanca, y cantó acompañada por el guitarrista Pablo Rodríguez, que era entonces su esposo. Mezzosoprano de voz cálida, sugerente, de baja timbradura, que le abrió las puertas del género a cantantes que le sucederían. Su dicción clara, perfecta y su ductilidad para interpretar las letras de todo tipo que dejó registradas en sus casi 250 grabaciones, le ganaron el reconocimiento que con afecto supieron distinguirla a esta morocha ejemplar: La dama del tango.

                               


Les propongo que las recordemos escuchando a estas tres grandes artistas. Libertad Lamarque nos deja el tango de Alfredo Malerba y Héctor Marcó: Cuando el amor muere, acompañada por la orquesta de Mario Maurano, que grabó el 4 de agosto de 1941. Ada Falcón canta con la orquesta de Francisco Canaro el tango de Héctor Varela, Alfredo Lattero y versos de Héctor Marcó: No mientas, grabado el 28 de septiembre de 1938. Y Mercedes Simone nos recuerda el hermoso tango de Carlos Di Sarli y José María Contursi: Verdemar, que grabó con la orquesta de Emilio Brameri en 1966.

152- Cuando el amor muere - Libertad Lamarque

No mientas - Ada Falcón-Canaro

Verdemar - Mercedes Simone




1 comentario:

  1. Me alegra saber de ellas. La más conocida para mi es Libertad Lamarque.

    Muchos besos

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