sábado, 4 de enero de 2014

Melancolías

Cuando cae el agua sin cesar durante varios días y el cielo es plomizo y no deja asomar al sol en este invierno madrileño, las gotas caen en el charco de mi alma, como decía Cadícamo en el tangazo que armaron con Pichuco: Garúa.

La melanco que me inunda es típica de estas fechas y  muchos poetas escribieron sus mejores versos, influidos por  el decorado de un cielo tristón y plúmbeo, acompañado de lluvias intermitentes. Precisamente a mí se me da por escuchar la música que inunda ese estado de ánimo y versos que profundizan en recuerdos de todo tipo.

                                           

Y hoy me he topado con temas de Juan Carlos Tavera (Juan Carlos Moscón) y Osvaldo Tarantino, de esos que te agujerean el cuore. Juanca Tavera tiene una ristra de temas que llevaron a la partitura distintos músicos y fueron puñetazos en las voces de Goyeneche, Rubén Juárez o Adrián Guida entre otros. Colaboraron en cosas muy lindas y ambos nos abandonaron con tres meses de diferencia.

Taranta fue un pianista de raza, a quien traté cuando tocaba en la orquesta de Gobbi, con quien hicieron compinchería. Conversando con él descubrí que pensaba como yo, que Goñi había sido lo más grande tocando tango, "su mano izquierda fue una revolución", diría públicamente. Y tomando un café en el boliche pegadito a Radio El Mundo -Mi refugio- me hablaba musicalmente de lo que había sido Goñi.

                                                   
Juanca Tavera

 Una noche, después de tocar en la radio, Gobbi me llevó con él a comer un asado en Valentín Alsina, al que a su vez fue invitado por Taranta. La carne humeaba cuando llegamos en taxi a una casa de ésas de tipo chorizo, largas, con higuera al fondo y gallinero, en la provincia cruzando el Puente Alsina. Y resultó una noche inolvidable para mí, por muchas cosas, y porque entre otras, terminamos  cantando serenatas.

                                               


Con Juanca Tavera compusieron en 1981, varios temas para un LP titulado: Esas cosas de barrio. Algunos versos fueron recitados por Alberto de Mendoza (otro amigazo que se fue) y uno de ellos, es A un extranjero, que acá lo traigo para albergarnos en los recuerdos de nuestros padres y abuelos emigrados a la Argentina. La orquesta acompañante está dirigida por Tarantino

                                                       
                                       



El otro es un vals lento: La última esquina, que canta Edmundo Rivero en 1976, acompañado por la orquesta que dirige precisamente ese troesma del teclado: Osvaldo Tarantino.

Ellos me acompañan en esta melanco pluviosa.

A un extranjero - Alberto de Mendoza-Tarantino

La última esquina- Tarantino-Rivero




2 comentarios:

  1. cuando vengo de la radio en el colectivo en una esquina de lanus oeste un humilde cartel clavado a un poste r4eza: aqui vivio osvaldo tarantino ,lastima,murio quiza en el mejor momento de su produccion abrazo

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    1. Así es la vida, pasamos rápido y la mayoría somos y seremos rápidamente olvidados. Pero ese humilde cartel semeja a una hermosa rosa en el nicho de Taranta, a quien le hubiera gustado ese humilde homenaje porque es como era él.
      Abrazo. jm

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