martes, 3 de septiembre de 2013

La trilogía

Estos tres temas fueron los que determinaron para siempre el "estilo Pugliese", basado en cimientos decareanos, pero afirmados en su propia expresión creadora que excedió largamente los límites del fundador de la estirpe.

El primero de ellos: La yumba fue la columna donde se afirmaron los siguientes eslabones. Perfilado en el año 1945, vio la luz en el disco el 21 de agosto de 1946 y fue todo un aldabonazo en aquella fiesta tanguera maravillosa de los años cuarenta. Ese sonido yum...bá..., marcado fuerte en el primero y débil en el segundo, sintetiza la pauta de su andadura definitiva. Que seguirá germinando en nuevos brotes, nuevos arreglos y la evolución que va logrando junto a sus músicos, grandes colaboradores del maestro en la maravillosa fuerza de acentuación rítmica, ideada para los bailarines y el sutil engranaje polirrítmico de los distintos instrumentos. La yumba fue estrenada públicamente en la Confitería Picadilly en 1947.
                                              

Cuando Arturo Marcos Lozza le pregunta al maestro: ¿Cómo tendría que evolucionar el tango?, Pugliese no se anda con rodeos:
-Con los elementos técnicos que dio la música desde el vamos. Con la armonía, con la composición madura, el contrapunto, la orquestación, instrumentación, todo eso habrá que enriquecerlo. Esos son los elementos que utiliza el músico, unos con una tendencia, otros con otra tendencia.

Porque el creador de La yumba nunca dejó de estudiar. Tuvo diferentes maestros y de todos extrajo su aprendizaje interminable que fecundaría en las composiciones maravillosas que creó y las que que protagonizó junto a los diferentes integrantes de su orquesta.

Pugliese arriba der. en la orquesta de Vardaro. Octubre 1935 en Radio Fénix
Beba Pugliese cuenta que cuando estaba componiendo La yumba, hasta su terminación le iba agregando ingredientes que enaltecían la obra, tratando de llegar a la máxima expresión. "Parecería que se explaya en un descanso, pero en su prolongación continúa con bajos penetrantes. Mientras los violines cantan la melodía surge un arrastre casi violento donde irrumpe el piano en octavas descendentes... Está de más decir que cuando el tango se ensayó en casa, fue un desparramo de emociones. Los muchachos hablaban todos a la vez. Se esmeraban en la interpretación, logrando, como siempre, un espíritu común con el del autor y director".

El segundo eslabón de la cadena fue Negracha, grabado el 24 de junio de 1948. Una hermosura que comienza con las cuerdas flotando entre notas yumbeadas del piano para después ascender en escalas prepotentes que de pronto se van desvaneciendo. Una interminable gama de recursos y efectos que marcan la evolución del tango y el boccato di cardinale que buscan los milongueros que comienzan a seguir a su orquesta por todos los clubes donde actúa. Esa orquesta guerrera, milonguera, rítmica.

El presentador Mario Soto, anunciaría así este tango:

En un arranque sincero / hice pa'vos este tango / que te ha de entrar hasta el mango / con sus compases cabreros. / Lo hice porque quiero / que te muestre la hilacha / de esta pasión que me escracha / en medio del corazón / y manyes el metejón / que tengo por vos ¡Negracha!

Y llegará un año más tarde el tercer integrante de la trilogía. Se llama Malandraca. Lo grabará con su orquesta el 31 de mayo de 1949. Una sinfonía guerrera desarrollada entre orgías de fueyes y cuerdas, y los violentos strapattos cortando el hilo de la melodía. Un tema semi bardiano basado en dibujos breves de dos compases para luego ir desplegando  intercalaciones melódicas y pasajes contrapunteados, en un clima de constante obstinación rítmica.

                           

Creo que vale la pena llenarnos de Pugliese con esta hermosa e histórica trilogía que conmueve los cimientos de las pista de baile y el cuore de los hinchas del troesma.

Yumbiemos.

04- La yumba - O. Pugliese

06- Negracha - O. Pugliese

07- Malandraca - O. Pugliese




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