domingo, 9 de junio de 2013

Jorge Omar

Fue un buen cantor que militó en aquellos años que los dos Franciscos: Canaro y Lomuto eran junto a Roberto Firpo los que dominaban la popularidad, en cuanto a venta de discos y difusión en radio. Este porteño del barrio de Palermo, de ascendencia vasco-navarro, se llamaba Juan Manuel Ormaechea y entró en la orquesta de Francisco Lomuto en un concurso organizado por el director.

                                     
Su padre, aficionado a la música, le inculcó el gusto por el canto y en principio quiso aprender bandoneón, pero lo suyo era cantar y ya había destacado en coros infantiles del Colegio y en la Iglesia del barrio. Admiraba el sonido del fueye del oriental Minotto y justamente arrancaría grabando con éste, que lo escucharía cantando con guitarras en Radio  Stentor.

Era una época en que músicos y cantores pasaban de un conjunto a otro hasta que lograban encajar en el sitio apropiado. En 1933 graba con Antonio Bonavena, tío del boxeador, y Juan de Dios Filiberto lo incorpora a su conjunto para actuar y cantar en el sainete Villa Crespo, de Vaccareza, en el Teatro Cómico. Pasa a cantar con el conjunto del bandoneonista César J. Ginzo, quien lo convencerá luego que se anote entre los postulantes del concurso para integrarse en la formación mucho más comercial, de Francisco Lomuto, de la que había desertado su vocalista Fernando Díaz y buscaba un reemplazante que diera la talla.
                                         


Y ahí pasará sus mejores años como intérprete. Fueron ocho años con el hombre de Parque Patricios, en los que grabó nada menos que 136 temas que hicieron huella y orlaron su fama. Omar era  un cantor sobrio, que encajaba perfectamente en el estilo de la orquesta, de buena afinación, y grata estampa. Con Lomuto haría bailes, radio, y sobre todo brillaría en discos y en el Teatro Argentino de la calle Bartolomé Mitre, donde representaron: El rey del tango; y con él de galán cantor en La mujer es peligrosa.

También pudo lucir su voz y su figura en cine, junto a figuras de la talla de Florencio Parravicini y Mecha Ortiz en el filme Melgarejo, dirigido por Luis Moglia Barth, donde interpreta junto a la orquesta de Lomuto dicho tango. Ahí lo podemos ver con su estilo sencillo, como los anteriores estribillistas, sin gesticulaciones, exhibiendo su figura y ese estilo abaritonado a lo Charlo, que era modélico de su época, en la que el cantor sólo sumaba su voz a la orquesta.
                         
Con el regreso de Fernando Díaz al conjunto de Lomuto, armaron un dúo interesante y con él,  luego formarán rubro orquestal bajo el llamador rótulo de "Los diablos rojos", alusión claramente destinada al equipo de Avellaneda. Cantará fugazmente con el conjunto del pianista José Tinelli y luego forma su propio grupo, intentando reverdecer viejos laureles, hasta su retiro.

Hoy lo vamos a recordar en dos temas con Francisco Lomuto, en el mejor momento de su carrera, con dos tangos: Otra vez, de Jorge Argentino Fernández y José María Contursi, grabado el 9 de junio de 1938 y El embrujo de tu violín, de Mario Maurano y Armando Tagini. Lo registraron el 28 de noviembre de 1938.

201- Otra vez- F.Lomuto-J.Omar

208- El embrujo de tu violín - Lomuto-Omar


Y para terminar de delinear su figura, lo apreciamos precisamente en el filme Melgarejo, interpretando dicho tango con la orquesta de Lomuto.

                                                          
                                   
                                                        


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