sábado, 11 de mayo de 2013

El Tano Lauro

Fue un personaje que colmó el anecdotario del tango durante unos años. Recuerdo haber escuchado Algunas divertidas historias sobre este músico italiano, que según algunos que lo trataron de cerca era semi analfabeto, además de luchar contra el cambio de lengua que tuvo que afrontar al llegar con su familia desde el sur peninsular a la Argentina.

                             
Creo que los muchachos, que siempre gustaron de contar chistes sobre determinada gente del ambiente, se extralimitaron un poco con este bandoneonista que supo sacar adelante un conjunto y grabar discos.

Por sus filas pasaron nada menos que Alfredo De Ángelis, Juan Sánchez Gorio, el pianista Bernardo Blas, Jorge Caldara, Los hermanos Talián y hasta el novel Ástor Piazzolla.

Éste último contaba así su llegada a la orquesta de Lauro: "Y me largué, ya tenía destino, la pensión "Alegría", en Sarmiento 1492, donde me iba a cuidar Líbero Pauloni, hermano de Homero, según había arreglado mi papá. Lo primero que hice fue algo muy fugaz, en la orquesta de Gabriel Clausi, hasta que recibí un llamado de Francisco Lauro, el Tano Lauro, que no era un primera línea del tango, pero trabajaba mucho. Agarré el bandoneón y me preparé, lo quería impactar. Ensayé algo de Mozart, un poco de Gershwin. Cuando nos juntamos, el Tano me impresionó, era grandote como un ropero. Me pidió que tocara algo y yo arranqué con Mozart. Lauro me miraba sin mosquear. Terminé y me mandé con Gershwin. Fue el colmo. El Tano se levantó con las manos en la cintura, se agachó y me dijo: "Terminá con esa fantasía, marcame un tango en cuatro, chan chan chan chan." Se lo hice y a los diez minutos me paró. "Ya está, mañana empezás con la orquesta". 

Francisco Lauro con el bandoneón (2º izq.) al frente de su orquesta
Tocaban en el cabaret Novelty, de bajo nivel, a metros de Corrientes y Esmeralda. A Piazzolla no le gustó nada ese ambiente y empezó a hacer maldades, su diversión predilecta. "Me divertía como loco. Al Tano le hice una broma por la que casi me mata. Le aflojé todos los tornillos del bandoneón y le dije antes de subir al escenario, que un cliente había pedido que tocara el tango Loca, donde él hacía un acorde en mi menor, abriendo el fuelle. Lo hizo y en medio del tema volaron los tornillos, se le desarmó el bandoneón. Me miró y supo enseguida que yo era el culpable."

Este tipo de situaciones lo persiguieron al Tano y agigantaron su caricatura. El historiador de bandoneonistas Oscar Zucchi asegura que Lauro no sabía tocar o lo hacía como diletante. A su nombre le agregó un supuesto origen y actuaban con el membrete de Francisco Lauro y su orquesta Los Mendocinos. Pero simplemente se llamaron así porque actuaban  en un restaurante llamado "Un rincón de Mendoza".
                                               


La orquesta se formó en 1938 y en principio compartieron el nombre de la misma  entre Lauro, Sánchez Gorio y Blas. Después de una temporada de tres meses en el Hotel Hurlingham de Mar del Plata, varios integrantes de la orquesta deciden separarse en 1941 y De Ángelis formó su primera orquesta propia con varios de esos músicos.

Lauro volvería a armar conjunto y recién llegaría a grabar a partir de 1947 y lo haría como Sexteto y  con el cantor Argentino Olivier, sucesor de Luis Mendoza y Alberto Ortiz. Compuso un lote de 24 tangos, valses, milongas, pasodobles y rancheras de los cuales apenas un puñadito tuvieron su momento de gloria. Incluso firmó varios temas como Gaucho Picaflor.

Lo escuchamos en la milonga Beso gaucho que compuso con Francisco Laino y grabó  en marzo de 1950. Y en su vals Tú eres mi vida, registrado en 12952, ambos cantados por Argentino Olivier.

16- Beso Gaucho - Fco-Lauro-A.Olivier

18- Tu eres mi vida- Fco. Lauro-A.Olivier






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