jueves, 23 de mayo de 2013

Alfredito Gobbi

En el ambiente siempre fué así. El diminutivo obedecía al cariño que le profesaban su pares, y al gran respeto por su trayectoria de músico y al frente de las orquestas que fue conformando.

Un gran amigo, el cantor Walter Fiorito, me recuerda: "Vos dijiste que cuando Pugliese fue a presenciar el debut de Horacio Salgán en el mítico Café Nacional, el 24 de julio de 1947 y escuchó la versión que hizo de su tangazo: Recuerdo, se le cayeron las lágrimas, lo abrazó emocionado y no le quedaron ganas de volver a interpretarlo por todo lo que había logrado Salgán con dicho tango".

                                 
Y aprovechó para decirme: "Pienso que algo parecido le debe haber ocurrido a Domingo Federico, cuando escuchó su tango Saludos, por ese concierto orquestal que brindó Alfredo Gobbi al ejecutarlo y grabarlo... De lo mejor que he escuchado." 

No me queda más remedio que darle toda la razón, y con mucho gusto además, porque Alfredito Gobbi fue uno de los que me inocularon en vena la pasión tanguera, en aquellos hermosos momentos que estuve a su lado, cuando esta música era la sangre de Buenos Aires y yo un mocoso afortunado que absorbía el numen que flotaba en el aire de las noches porteñas.

Alfredo Gobbi al frente de su orquesta con Jorge Maciel a su lado
El tango Saludos es de Domingo Federico y lo grabó la orquesta de Miguel Caló,  el 23 de agosto de 1944, cuando Federico ya no era el primer bandoneón de esa formación. Se había alejado para formar orquesta propia y grabó con su conjunto este tema, cuatro meses antes, el 10 de abril de 1944. Y tuvo tal éxito que a partir del momento en que lo grabó Caló, pasó a ser utilizado por éste como música de presentación, en todas sus actuaciones.
Alfredo Gobbi lo registró 12 años más tarde, en 1956, con un maravilloso arreglo propio, en el que deja patente toda su inventiva, su particular estilo y esa línea melódica que lo caracterizó a lo largo de toda su carrera. Esa que inició como director, bajo la influencia de Julio De Caro. Pero imprimiéndole siempre su sello propio, renovador, con esa mística que trascendía desde su violín, y la marcación rítmica bien milonguera.

En algunas charletas solía contarme su gran amistad de años con Osvaldo Pugliese y Aníbal Troilo, cuando había que "buscar el mango" en los trabajos que fueran saliendo. El nombre de la orquesta no importaba, llevaba el rótulo de aquel que había conseguido el trabajo.
                                           
Después de su lamentable final. Troilo le escribió su Milonguero triste. Eduardo Rovira le dedicó El engobbiado y Ástor Piazzolla: Retrato de Alfredo Gobbi. Néstor Marconi también le dedicó un tango: Alfredeando que Osvaldo Pugliese ejecutó con su orquesta en alguna oportunidad, aunque no llegó a grabarlo, lamentablemente.

En el comienzo del mismo aparece el remedo del violín compadre de Gobbi, y todo el tango es un verdadero homenaje al Violín romántico del tango. Vale la pena enfiestarnos gobbiamente. Primero con su creación de Saludos y luego con la versión de Alfredeando por Osvaldo Pugliese y su orquesta en el programa Sábado de Todos, de ATC, realizado el 12 de diciembre de 1987. Ambos son belleza pura. ¡Vamos...!

Saludos - Alfredo Gobbi

01- Alfredeando - Osvaldo Pugliese











No hay comentarios:

Publicar un comentario