martes, 11 de septiembre de 2012

¡Nelly Omar sopló 101 velitas!

Fue ayer, 10 de setiembre. La gran artista que nació en Guaminí (Provincia de Buenos Aires) ese día de 1911, sigue increíblemente  dándole cuerda a su gola que se mantiene firme pese al paso de los años.

En 1924 llegó a la Capital para dar una prueba y desde entonces está en el candelero, salvo el período en que la dictadura militar la prohibió (verbo que utilizan con gran eficacia) y estuvo marginada de radio, televisión y actuaciones públicas.
                                                                              

Intérpete sobria, de fuerte registro de voz, de buen fraseo y cabal intérprete de los temas que escogió o le indicaron, su romance oculto con Homero Manzi también le jugó en contra muchas veces.

Con guitarras o acompañada por Francisco Canaro o Alberto Di Paulo, sus grabaciones siguen teniendo vida en el dial de la radio y en la mesa familiar.

Se llama en realidad Nilda Elvira Vattuone y sus padres era italianos. Incluso llevaron a Gardel a su casa después de una actuación, pero el progenitor las dejó aparte a ella y su hermana Gory, por aquello del respeto a los mayores.

Pero algo se le pegó del Morocho.

Basta con verla en esta actuación en el Luna Park con 88 años encima.

Canta el hermoso valsecito de Francisco Canaro y Homero Manzi: Parece mentira.

Y es cierto ché, parece mentira.


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