Translate

martes, 3 de junio de 2025

Domingo Mattio

Domingo Constancio Mattio Nació en el pueblo santafecino Granadero Baigorria, en 1921. Llegaría a Buenos Aires con la orquesta rosarina de Abel Bedrune en 1941 para actuar en radio Belgrano … y decidió quedarse. Así comenzaría su aventura porteña con breves incursiones en las orquestas de Juan Canaro y de Ángel D’Agostino, que le sirvieron de preámbulo artístico y adaptación.

Ingresó en la orquesta de Pichuco por sugerencia de D’Agostino, para ocupar el lugar que dejó vacante Toto Rodríguez. Formaría en la fila de fueyes con Eduardo Marino, Alberto García, y los hermanos Marcos y Aníbal Troilo . Y se adaptaría de tal modo que fue el integrante de la orquesta que estuvo más años en la misma, desde 1947 hasta mayo de 1975, cuando fallece Troilo. O sea, 28 años en la orquesta aportando sus capacidades. 

                                     Domingo Mattio - Semblanza, historia, biografía - Todotango.com 

                                          

Pichuco lo apreció humana y musicalmente, confiaba en su talento, le cedió varias veces el primer plano en variaciones y extensiones musicales y éste le correspondería dedicándole su tango “Pichuqueando” que sería llevado al disco por la orquesta, el 13 de abril de 1966.

Troilo grabaría otro tema suyo: “Tallador”, el 10 de octubre de 1969, que también da gusto escucharlo.

Estuvo prácticamente toda su carrera musical en la orquesta del Gordo, tuvo algunas ofertas para formar su propio conjunto, pero se sentía muy a gusto junto a Pichuco que le dispensaba un aprecio especial, y además se dedicó a la docencia con mucho éxito ya que por sus clases pasaron alumnos como Osvaldo Piro, Susana Rattcliff, Nicolás Perrone, Fabio Hager y muchos otros… 

El Marabú y su historia: vuelve un cabaret símbolo del tango
Domingo Mattio con el bandoneón a la derecha de Pichuco

                                   

Piro decía al respecto: “Domingo Mattio estuvo toda la vida al lado de Troilo como su segundo bandoneón. Con él estudié y aprendí, pienso que hay cosas que llegan a tu vida como destino y porque te las da Dios. Mi maestro, tan íntegro y tan bueno, me hizo participar de los ensayos cuando se montó la obra “El patio de la Morocha”, de Aníbal Troilo y Cátulo Castillo...”.

Quizás el éxito más grande que vivió Mattio junto a Troilo fue precisamente la obra teatral “El Patio de la Morocha” en 1953. La orquesta tenía 29 integrantes incluyendo clarinete, oboe, arpa, fagot, violas, cellos, trompa, trompeta, trombón, flauta, percusionistas.

Y Mattio definiría a Troilo de manera muy categórica: “Le agregó Sentimiento a la técnica de otros bandoneonistas”… "Cuando Troilo, tocaba esos solos en el Tibidabo, con las luces tenues, a todos los integrantes de la orquesta se nos ponía la piel de gallina".

Pichuco, por su parte, me confesó una noche en “Caño 14” que sentía a Mattio como si fuera parte de su familia.

Podemos escuchar esa grabación del tango “Pichuqueando”, de Domingo Mattio, por la orquesta de Anibal Troilo,

                          






domingo, 1 de junio de 2025

EVOCACIÓN DEL BAILE EN EL BARRIO

     

                     


                                      Recuerdo las fiestas suburbanas

                                      en los amplios patios porteños

                                      que el cemento horizontal desalentó para siempre.  

                                      Un perfume hondo de enredaderas

                                      gestaba la esperanza

                                      en el patio, dibujado como un pozo de la noche,

                                      repleto de pasos que giraban alucinados

                                      más allá del latido, más acá del futuro.

                                      El baile era un alboroto

                                      de polleras y sueños,

                                      de deseos escondidos que nunca se pronunciaban.

                                      El tango temblaba su emoción

                                      en la vigilia jubilosa del beso.

                                     

                                                                  ALFREDO CARLINO







sábado, 31 de mayo de 2025

Autenticidad para el exterior

   

 HORACIO SALGÁN

 -Hablemos del tango en el exterior. Con la mejor intención, sin duda, se han hecho tentativas para adaptar el tango en su instrumentación, para complacer al público extranjero, agregándole saxofones, acordeón, trombones y otros elementos.

                                 A los 100 años murió Horacio Salgán, una gloria del tango - El Territorio  Misiones 

Sin perjuicio de que apoyemos todo intento de renovación con bases serias para dar variedad al tango, creo que hay que aspirar a que se toque y se conozca en el exterior de la manera a que estamos acostumbrados. es decir, con la inclusión del bandoneón y conservando en todo lo posible un sabor porteño. 

Que yo sepa, jamás nos han enviado fox-trots instrumentados para bandoneón y han hecho bien. Los que quisieron ejecutar jazz tuvieron que aprender saxofón y tan cierto es,  que este instrumentos era  muy poco conocido hasta que comenzó el auge del género jazzístico.

Por consiguiente, todo aquel que tenga interés en tocar el tango, como es, que aprenda bandoneón. No significa esto que una ejecución en la que no haya bandoneón no pueda ser un tango. Pero en principio y para hacerlo conocer bien, es de desear su inclusión.  

En etapas sucesivas se podrán hacer todas las modificaciones posibles. Y que no andamos desencaminados en esta idea del  bandoneón, es que en Japón y en Francia, por ejemplo, existen ya muchos amantes del tango que han aprendido este expresivo instrumento.

Tratemos pues, de hacer llegar al resto del mundo expresiones genuinas de nuestra música popular y tengamos fe en el tango que tiene méritos de sobra. 

 

 

jueves, 29 de mayo de 2025

CORAZÓN DE PAPEL

 Es curioso que un tango que ha tenido el éxito de las piezas que perduran en el recuerdo y la emotividad de los que bucean en estos temas para interpretarlos, haya sido el único que pergeñó el poeta autor de los versos. Por cierto, un poeta de calibre que mostró sus dotes en libros como "Kermese", realizado en 1930, o  "El tañedor", que le valió el "Premio Nacional de Literatura" en 1939.

En el trienio 1947-1949 recibió el Premio de la Comisión nacional de cultura a la poesía por "El buhonero" y "El libro de la rosa y el delfín". La dirección de la Provincia de Buenos Aires también lo  premió por su trabajo en 1951. Dos año más tarde la Editorial Sudamericana publica su libro "Antología poética". Como periodista colaboró en numerosos medios Como "La Nación", "Caras y caretas", "El Hogar", "Leoplán" "Poesía argentina" y otros.

                                


Y me sigue sorprendiendo por el hecho de haber llegado a escribir sólo un tango en su  vida poética. Alberto Franco trabajaba en la casa Glücksmann, donde conocería a Carlos Gardel. El gran cantor fue  una tarde a la casa de José González Castillo, donde estaba éste con su hijo Cátulo y Alberto Franco, y desafió a los dos jóvenes a componer un tango. 

El propio Franco lo contaba así: "«El tango “Corazón de papel” fue algo simplemente accidental. Estaba yo en casa de Don José González Castillo, el gran señor e ilustre dramaturgo, con cuyos hijos, Cátulo y Gema me unía una cordial amistad. Era por 1929, un día sábado, apareció Gardel y de buenas a primera nos espetó: "¿Por qué no escriben un tango y me lo dan?".

-Cátulo y yo nos miramos y acordamos hacerlo enseguida. Me senté y escribí de un tirón la letra. No ignoro que es muy pobre, pero la música de Cátulo la salva. Al día siguiente lo entregamos a Gardel que enseguida lo grabó.

Efectivamente Franco y Cátulo (que ya se había estrenado con "Organito de la tarde" y tenía apenas 23 años en ese momento), pusieron manos a la obra y crearon este tema que Gardel  llevaría al disco el 20 de marzo de 1930 con sus guitarristas Aguilar, Barbieri y Riverol. Ese mismo año Roberto Maida con la orquesta de Alberto Castellano lo grabó en discos Columbia.

                                   


Los versos son algo juguetones, ingenuos, pero tienen gancho. Una muñeca es la protagonista y Franco con gotas melancólicas evoca a esa muñeca que, como es lógico,  no tenía corazón. Las tribulaciones del personaje suben en ebullición continua, con el bloqueo emocional y el logro estético.

Cuando llegaste al nido, tus ojos soñadores
clavaste en mi muñeca vestida de Pierrot
y alzándola en tus brazos, como una madrecita,
dijiste: "Pobrecita, no tiene corazón".
Tus manos diligentes hurgaron todo el cuarto
y con un pedacito muy rojo de papel,
un corazón le hiciste, un corazón pequeño,
que clavaste en su pecho con un lindo alfiler.

Muñequita de trapo
vestida de Pierrot,
nunca tendrá tu pecho,
amores ni ilusión,
nunca podrás vivir
nunca podrás querer,
muñequita de trapo,
corazón de papel.

Pasaron cuatro meses de sueños y de idilio
y vos, que en ese pecho tenés un corazón,
igual que golondrina volaste hacia otro nido
sin preocuparte nada por lo que atrás quedó.
No importa, pobre cosa de carne pasajera,
te apagarás un día lo mismo que un quinqué
y en cambio mi muñeca será siempre la misma
con su pecho sin alma que hiere un alfiler.

Muñequita de trapo
vestida de Pierrot,
aunque no tengas alma
te quiero sólo a vos,
pues sé que para siempre
habrás de serme fiel,
muñequita de trapo,
corazón de papel.

Aníbal Troilo lo grabaría dos veces con su orquesta. El 24 de octubre de 1947 con la voz de Floreal Ruiz y el 24 de junio de 1971 acompañando a Roberto Goyeneche, en el que fue su último registro discográfico.)

Escuchamos la versión de Pichuco con Floreal.

                          

 
                         


miércoles, 21 de mayo de 2025

La puñalada

 Ya he escrito en otra oportunidad, la historia de esta milonga de Horacio Antonio Castellanos, el músico uruguayo que firmaba sus obras como Pintín Castellanos. Juan D'Arienzo con su orquesta la grabaría en 4 oportunidades (1937, 1943, 1951 y 1963). El disco de 78rpm que tenía en la otra cara La cumparsita batió todos los récords de venta, nada menos que 18 millones de placas.  

                                    

                          Pintín Castellanos con Juan D'Arienzo y su pianista, Rodolfo Biagi

Lo cierto es que Pintín Castellanos la compuso como Tango-milonga en 1933 y Francisco Canaro lo traería de uno de sus viajes por Montevideo, grabándolo con su orquesta, el 12 de junio de 1937. En esos años Celedonio Flores le adosaría unos versos que Alberto Gómez cantó y grabó como "milonga tangueada", algo que ya había hecho Pirincho Canaro definiendo así a "Milonga sentimental", de Sebastián Piana, al llevarla al disco en mayo de 1933.

Pintín Castellanos fue un ejecutante intuitivo que arrancó muy temprano con la música y a sus quince años ya había compuesto un tango: El Pirata. En 1939 tuvo su propia orquesta en la cual Alfredo Gobbi ejercía de primer violín y arreglador y creó entonces la "milonga candombe" en la que conjuntaría el piano con los tamboriles en su faz interpretativa. Actuó también en emisoras porteñas, como Radio Prieto, en 1935.

                                           

 Acompañó a figuras como Libertad Lamarque. Incluso, cuando tenía en su orquesta a Alfredito Gobbi como primer violín, se presentaba con la misma en bailes populares como los del "Palacio de la Cerveza", de la calle Yatay. Ello ocurría en 1939 y el cantor era Eduardo Ruiz, que con los años, en la orquesta de Ricardo Tanturi, se consagraría con el nombre artístico de Enrique Campos, que le puso el director.                                                                                                                                                                                        

Roberto Firpo  que actuó en Uruguay con su conjunto, logrando un éxito notable, se llevó un par de tangos de Pintín que escuchó en Montevideo, en su regreso a Buenos Aires. Uno de ellos "La puñalada", llegó a manos del acordeonista Feliciano Brunelli que se puso a jugar con el tango en el piano y lo llevó a tiempo de milonga. Me contaba que le salió así, como un juego musical y le gustó.

Y no sólo a Brunelli. La grabación de Juan D'Arienzo con su orquesta la empinó definitivamente en el gusto popular. A tal punto que el Rey del compás incorporaría a su repertorio y al disco, nada menos que otras 13 milongas de Pintín Castellanos:  A puño limpio”, “Barrio de guapos”, “Candombe oriental”, “Cajita de música”, “El potro”, “El temblor”, “La endiablada”, “Meta fierro”, “Me gusta bailar milonga”, “Peringundín”, “Tirando a matar”, todas estas instrumentales. Y llevando letra: “Chaparrón” con  Francisco García Jiménez y “Candombe rioplatense”, con Carmelo Santiago.

"La puñalada" fue el gran golazo cuando lo metió en el disco con La cumparsita en la otra cara. Las radios no paraban de emitir ambos temas y los discos batían récords de venta. Y sigue firme en las milongas con toda la polenta de aquellos años... Escuchamos la grabación del 29 de abril de 1937