Domingo Constancio Mattio Nació en el pueblo santafecino Granadero Baigorria, en 1921. Llegaría a Buenos Aires con la orquesta rosarina de Abel Bedrune en 1941 para actuar en radio Belgrano … y decidió quedarse. Así comenzaría su aventura porteña con breves incursiones en las orquestas de Juan Canaro y de Ángel D’Agostino, que le sirvieron de preámbulo artístico y adaptación.
Ingresó en la orquesta de Pichuco por sugerencia de D’Agostino, para ocupar el lugar que dejó vacante Toto Rodríguez. Formaría en la fila de fueyes con Eduardo Marino, Alberto García, y los hermanos Marcos y Aníbal Troilo . Y se adaptaría de tal modo que fue el integrante de la orquesta que estuvo más años en la misma, desde 1947 hasta mayo de 1975, cuando fallece Troilo. O sea, 28 años en la orquesta aportando sus capacidades.
Pichuco lo apreció humana y musicalmente, confiaba en su talento, le cedió varias veces el primer plano en variaciones y extensiones musicales y éste le correspondería dedicándole su tango “Pichuqueando” que sería llevado al disco por la orquesta, el 13 de abril de 1966.
Troilo grabaría otro tema suyo: “Tallador”, el 10 de octubre de 1969, que también da gusto escucharlo.
Estuvo prácticamente toda su carrera musical en la orquesta del Gordo, tuvo algunas ofertas para formar su propio conjunto, pero se sentía muy a gusto junto a Pichuco que le dispensaba un aprecio especial, y además se dedicó a la docencia con mucho éxito ya que por sus clases pasaron alumnos como Osvaldo Piro, Susana Rattcliff, Nicolás Perrone, Fabio Hager y muchos otros…
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Domingo Mattio con el bandoneón a la derecha de Pichuco |
Piro decía al respecto: “Domingo Mattio estuvo toda la vida al lado de Troilo como su segundo bandoneón. Con él estudié y aprendí, pienso que hay cosas que llegan a tu vida como destino y porque te las da Dios. Mi maestro, tan íntegro y tan bueno, me hizo participar de los ensayos cuando se montó la obra “El patio de la Morocha”, de Aníbal Troilo y Cátulo Castillo...”.
Quizás el éxito más grande que vivió Mattio junto a Troilo fue precisamente la obra teatral “El Patio de la Morocha” en 1953. La orquesta tenía 29 integrantes incluyendo clarinete, oboe, arpa, fagot, violas, cellos, trompa, trompeta, trombón, flauta, percusionistas.
Y Mattio definiría a Troilo de manera muy categórica: “Le agregó Sentimiento a la técnica de otros bandoneonistas”… "Cuando Troilo, tocaba esos solos en el Tibidabo, con las luces tenues, a todos los integrantes de la orquesta se nos ponía la piel de gallina".
Pichuco, por su parte, me confesó una noche en “Caño 14” que sentía a Mattio como si fuera parte de su familia.
Podemos escuchar esa grabación del tango “Pichuqueando”, de Domingo Mattio, por la orquesta de Anibal Troilo,