Lo conocí cuando tenía 14 años apenas, era un pibe rubio pintón, de afinada voz y naturalmente melódica. Ganó entonces un concurso de cantores en Monteagudo y Av. Caseros, pleno Parque Patricios, mi barrio.
Este porteño de Monserrat y San Cristóbal, desde allí no paró de subir y crecer. Estudió nada menos que con Eduardo Bonessi (el maestro de Gardel) y a los 17 se estrenaba en la gran orquesta de Miguel Caló. Con un conjunto reforzado viajaron a Brasil donde fueron aclamados.
Alternaría en las formaciones de los bandoneonistas Juan Sánchez Gorio, Ricardo Pedevila y Ángel Domínguez y en 1963 sube los peldaños del éxito: Debuta en la orquesta de Alfredo De Angelis en el mítico programa: "El Glostora Tango Club", teniendo como compañero vocalista a Juan Carlos Godoy, con quien siguen manteniendo una férrea amistad.
Un año más tarde viaja el conjunto a Colombia, el corazón del muchacho experimenta un sacudón cuando conoce a una hermosa colombiana en Radio Todelar, y la gira se extiende a Ecuador.
El muchacho decide independizarse de la mano del gran cantor y entonces empresario; Raúl Iriarte y regresa a Colombia, donde Mercedes lo espera para terminar convirtiéndose en su esposa y madre de los 3 hijos que tendría el feliz matrimonio.
Roberto Mario Brandy Mancini -su nombre completo- se convierte en el gran ídolo de Colombia, tiene su propio local, lo llaman de todo el país, y tarda en regresar a su Buenos Aires querido, donde lo esperan los aplausos, los amigos ganados en el ambiente y las celebradas actuaciones.
A su vuelta, graba con distintos conjuntos, interviene en programas de Televisión, en radio, en locales tangueros y amplía su enorme número de amigos.
Roberto Mancini, Otero, Jorge Bocacci y Fabián Bertero |
Por eso es mi gran amigo.
Lo escuchamos en una grabación con Alfredo De Angelis de 1964, en el tango: Así se baila hoy de Marcos Vera y eErnesto Cardenal.
Y en Televisión interpretando el tango de Aníbal Troilo y José María Contursi: Toda mi vida.